Esta asociación fue creada principalmente para atender, acoger y educar, pero evidentemente la situación actual ha hecho que esos objetivos sean aún mayores. Desgraciadamente, la mayoría de las personas que acuden a Ángeles Urbanos solo comen lo que la asociación puede ofrecerles, en muchas ocasiones una única comida al día.
Ante este panorama, no os resultará extraño que la mayor parte de nuestra colaboración consistiese en una donación de alimentos de primera necesidad, como arroz, pasta o leche, teniendo en cuenta siempre las intolerancias que sufren muchos para que nadie quedase excluido de la ayuda. Digo mayoría porque algunos de los niños que acuden a la asociación sufren enfermedades que pueden ser aliviadas o curadas pero, como os decía, no pueden permitirse costearse ningún tratamiento ni medicamento, ¿cómo no íbamos a ayudarlos?
Cuando llegamos a la sede, nos recibió Ángeles, directora de la asociación, dispuesta a enseñarnos la labor que llevan a cabo con ayuda de voluntarios y a hablarnos de los que ella llama 'sus niños'. Estaban reunidos en una sala llena de ordenadores estudiando con mucho interés, algunos estaban aprendiendo algo tan básico como leer o escribir a la vez que se distraían de los problemas que tienen en casa. Después, mientras esperábamos que llegase el pedido de comida que habíamos realizado online a un gran centro comercial, entramos en su despacho para conocernos mejor. Nosotros le hablamos de nuestro proyecto y ella nos habló de la dura situación que viven las familias que acuden en busca de ayuda.
Definitivamente, Ángeles es una persona ejemplar y maravillosa, ya que siempre piensa mucho en el bienestar de los demás. Realiza su trabajo de forma altruista, todo lo que tiene lo ha puesto a disposición de la asociación, todos sus bienes y también todo su tiempo, y ha decidido ser una más de ellos. En las horas que pasamos juntas, nos dimos cuenta de lo implicada que está, del trato cercano y cariñoso que daba a todo el mundo (incluido nosotras), de lo mucho que se esforzada y luchaba, y es que no paraba de llegar gente preguntando por ella y siempre tenía palabras y pensamientos positivos. Es un ejemplo para todos.
No os podéis imaginar su cara de emoción (y la nuestra) cuando por fin llegó nuestro pedido de alimentos. Nos consta que muchas familias lo estaban esperando y que irían a recogerlo cuando nos fuésemos ya que habían sido avisadas. Esa noche tendrían algo que cenar.
Si vosotros también queréis colaborar con Ángeles Urbanos podéis acceder a su página web e informaros. Podéis haceros voluntarios y regalar vuestro tiempo, hacer un donativo económico (cualquier cantidad cuenta) o, simplemente, podéis hablar a vuestros conocidos de la asociación para que, si pueden, se animen a colaborar.