De la família de los cuarzos, su nombre proviene de limón en francés, debido a su color amarillo, aunque a veces tiende más hacia el naranja. La naturaleza, que es maravillosa, tiene sus propios métodos para colorear cuarzos, y éste en concreto le debe su color al hierro.
Encontrarlo de forma natural así es rarísimo, ya que tienen que darse unas condiciones de calentamiento, por lo que habitualmente se obtiene calentando amatista (que también forma parte de la família de los cuarzos).
Se dice del citrino que es la piedra de la felicidad.. Su color nos recuerda a los rayos del sol, simbolizando así la prosperidad que nos puede hacer llegar esta piedra. Está asociado al chakra del plexo solar, el cual está vinculado al éxito económico y la autorrealización personal. Por eso está considerada como la Piedra de la Abundancia. De hecho antiguamente muchos mercaderes la llevaban en sus cajas registradoras para atraer riqueza.
Aquí sólo quiero puntualizar que todo esto es relativo, que una piedra no tiene magia, pero sí energías (y esto sí es un hecho científico). Hay energías que actúan sobre nosotros de determinada manera, ya sea de manera amorosa, abundante, calmada… Por lo tanto, gracias a eso podemos estar atrayendo eso mismo a nuestras vidas.
Si tienes, o crees que puedes tener en tu entorno más cercano personas tóxicas, el citrino puede actuar de protector para que no te lleves contigo esa toxicidad, eliminando o ahuyentando esas energías.
El citrino también es un gran canalizador, así que es una piedra perfecta para la meditación. Ayuda a potenciar y canalizar las energías positivas hacia nosotros. Personalmente la he probado en mis meditaciones y la experiencia ha sido fructífera.
Es un gran revitalizador, tanto a nivel energético, como emocional y físico.
A nivel físico, además, estimula el sistema digestivo, ayuda con prevenir infecciones de orina y ayuda con los problemas de tiroides.
A nivel psíquico, nos aporta alegría de vivir, claridad de pensamiento y aumenta la confianza en uno mismo. Vamos, que es un chute de optimismo para el alma.
En la cultura Celta, el citrino se relacionaba con la diosa Dana, la diosa madre, simbolizaba los ríos, el agua, los pozos, el viento y la prosperidad, por lo que el citrino se usaba para representarla y honrarla.
A partir del siglo XVII en Escocia, grandes cristales de la piedra de citrino se emplearon para hacer más hermosas las empuñaduras de dagas, que hoy en día reposan en importantes museos. También utilizaban esta piedra para los alfileres de sus faldas escocesas y para los hombres.
En tiempos de guerra entre Inglaterra y Escocia, los escoceses sostenían su plaid, una especie de capa hecha de lana con un broche realizado en plata y citrino extraído de las montañas graníticas de Cairngorm, al oriente de Escocia. Si el guerrero moría en batalla, quien hallara su cuerpo debía darle una digna sepultura pagada con el broche.
Como ves, es una piedra que merece la pena tener en la colección. Personalmente, creo que a pesar de la fuerza que posee, tiene una energía muy suave con la que es muy fácil trabajar. Idealmente, puedes colocarla en contacto con tu plexo solar y meditar con ella. Experimenta, ve sobre la marcha para ver cómo te vas sintiendo, qué te va contando.
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Un abrazo y a cuidarse!