Cada invierno los alrededores de Patones se llenan de familias recogiendo aceitunas. Creo que es una de las tradiciones de Patones que más se conservan y en la que participa toda la familia. A nosotros siempre nos ha gustado aprovechar el trabajo para disfrutar de una buena comida campestre. Por eso lo primero que se hacía cuando uno se levantaba por la mañana era ir a la carnicería a por carne y pan, preparar la parrilla y la cesta.
Luego cargábamos la vieja furgoneta del abuelo con mantones, sacos, tijeras de podar, cestas y como no, las cosas de la comida. En Patones no se varea y hay que coger las aceitunas con las manos. También hay un saber popular que recomienda no recogerlas los días de lluvia o niebla. Lo mejor sin duda son los soleados días invernales. Pero también recuerdo algún año ir a por aceitunas con heladas e incluso nieve en los tejados.
Recogiendo aceitunas
En el olivar cada uno tenía su labor. A mi abuelo le encantaba subirse a los olivos a coger las aceitunas más altas. Los adultos movían los mantones y recogían las aceitunas de los árboles. Mi abuela era la encargada de recoger del suelo las aceitunas que ya se habían caído. También nos ayudaba la tía Isabel y Pedro “El Bolas”. A mi hermana, mi prima y a mi de pequeñas nos encargaban coger las aceitunas del suelo y meterlas en una cesta. Si conseguíamos llenarla teníamos una recomensa en ¡¡pesetas!! Ahora somos menos pero nos ayuda Julia y el primo Santi que le ha cogido el gusto a esto de la recogida de aceitunas.
vivir el campo
En mis recuerdos lo mejor era, sin duda, poder disfrutar del campo. Hacer casitas en los árboles, trepar por ellos, buscar escondites. Este año por fin Julia ha podido vivirlo en persona. El primer día se llevó los juguetes de casa, el segundo transformó los palos, las piedras y ramas en sus muñecos. Horas y horas inventando, jugando, viendo el campo…
experiencias rurales con niños
A mi coger aceitunas siempre me ha dado mucha hambre. De pequeña pronto empezaba a pedir a mi abuelo que preparara la lumbre. Las chuletitas de cordero y la panceta con un poco de tomillo recogido en el olivar saben a gloria. También las morcillas, la tortilla de patata con espárragos trigueros. Mmmm, Julia este año ha disfrutado de lo lindo con la comida campestre en el olivar.
Tradiciones en Patones
Nuestros olivares se encuentran en la vega del río Jarama. Desde “los Henjeros”, cercano al antiguo canal de Isabel II, hay unas estupendas vistas del canal de Cabarrús y Uceda. En “La Paquilla” que está cerca del pueblo, hay un impresionante olivo centenario. Las aceitunas se llevan a una cooperativa y nos entregan aceite de oliva virgen extra de nuestra cosecha. El mismo aceite de nuestros desayunos.
Olivares de la vega del Jarama
Por eso esperamos el próximo año llevar a los huéspedes de Casa rural Melones a disfrutar de una auténtica experiencia rural en la Sierra Norte de Madrid recogiendo aceitunas en los olivares de la vega del Jarama. Una forma distinta de vivir el campo y reponer fuerzas con una riquísima comida.
¡¡¡Son experiencias que que vale la pena vivirlas!!!