Más de 8.000 mujeres fueron violadas durante el último año por alguna de las facciones armadas, ya que la violencia sexual es utilizada como arma de guerra tanto por el ejército como por los rebeldes.
Lo que está claro es que si las mujeres siguen siendo víctimas de la violencia sexual no es porque la ley no sea la apropiada para protegerlas, sino porque no se hace cumplir, por lo que el objetivo principal de la ONU es velar por el cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario, para que toda mujer pueda sentirse protegida ante este tipo de delitos.
La Misión de Naciones Unidas en Congo (MONUC) ha tratado de combatir el problema de la violencia sexual con una mayor presencia de sus soldados sobre el terreno, escoltando a mujeres mientras van al mercado o a recolectar madera o agua, desarrollando sistemas de alerta y trabajando de manera conjunta con las alcaldías de las localidades en las que tienen presencia.
Es preocupante según la representante de la ONU, la tendencia a utilizar la violencia sexual contra las mujeres como un arma política en diferentes países africanos, como sucedió durante la oleada de violencia registrada en Kenia tras las polémicas elecciones de 2007 y más recientemente en Guinea Conakry.
Fuente: EP-Internacional