Ahorrar es una parte indispensable de la libertad financiera. Pero no basta con ahorrar el 10% que recomiendan los expertos en finanzas, ya que de ese modo nunca conseguirás adelantarte a la jugada y siempre dependerás de tu trabajo a jornada completa para sobrevivir. Sin embargo, si quieres experimentar la verdadera magia de la libertad, tienes que ahorrar como un jabato y ganarle terreno al sistema. Para ello, debes cambiar tus hábitos de consumo y tu mentalidad de consumidor.
Hoy, te presento un reto de 30 días para que empieces a experimentar esa magia. Y la magia empieza en tu cocina.
¿Cuánta comida tienes en la cocina?
Seguramente, más de la que crees. Examina tus reservas. Abre armarios y cajones, mira en la despensa, analiza tu nevera y tu congelador. ¿Cuándo piensas comerte todas esas latas de atún? ¿Qué pasa con esa mermelada de naranja? ¿Y la harina? ¿Y el arroz? Empieza a rebuscar en el congelador y verás que lo de “¡no tengo nada que ponerme!” también ocurre en la cocina.
Que levante la mano el que nunca ha tirado a la basura frutas o verduras que terminan poniéndose malas antes de comerlas. ¿Alguien? Desde luego, a nosotros nos ha pasado.
El reto: En 30 días, termínate todo lo que tienes
Durante un mes, no compres ni un solo comestible. Ni uno. En lugar de eso, termina con tus reservas antes de seguir comprando comida. Este reto requiere de creatividad, ya que las reservas que se acumulan en la cocina no son necesariamente los ingredientes ideales para tus recetas favoritas. Es parte de la lección que aprendemos en esta primera fase de frugalidad y reforma de nuestros hábitos de consumo. Te aseguro que, después de estos 30 días, irás al supermercado con otra mentalidad totalmente distinta. La cajera de siempre ni te reconocerá.
Y no, no cogerás escorbuto, te lo prometo.
Así es como lo hicimos nosotros, y estos son los tesoros olvidados que encontramos en la cocina:
1. En la despensa, armarios, estanterías y cajones de nuestra cocina
Toneladas de garbanzos (en serio, montones)
Latas de atún para parar un tren
Harina para dar y vender
5 kilos de patatas que ya tenían más cuernos que un rebaño de cabras
2. Los hallazgos de la nevera
Frascos de nata líquida que ni sabía que tenía
6 limones muertos de risa
Unos tomates a punto de ponerse malos
Mermelada de naranja abierta y casi entera
3. Los misterios del congelador
Carnes y pescados olvidados
Lasaña precocinada
Kilos de verduras congeladas
Una bolsa enorme de espinacas
Esto es solo una muestra de las cosas olvidadas de nuestra cocina, pero había mucha más comida. Arroz, lentejas, huevos, quesos, latas de conservas, cubos de caldo, olivas, tostaditas… Después de analizar nuestras reservas, nos sentimos un poco ridículos por todas las veces que hemos exclamado: “¡no tenemos nada que comer, tenemos que ir al supermercado!“. Como las adolescentes que, ante un armario a rebosar de ropa, sucumben al pánico de no tener nada que ponerse para la fiesta y se van corriendo a Zara con la tarjeta de crédito por delante.
Durante ese mes, preparar comida fue una experiencia creativa, educativa y divertidísima. No sabes la cantidad de cosas que puedes hacer con garbanzos hasta que no llegas a este punto. Sin embargo, el verdadero test de creatividad fueron los limones: Pollo al limón con patatas asadas de acompañamiento. Ensalada de garbanzos con aliño de limón. Verduras a la brasa con limón. En fin, ya coges la idea.
Para hacer este reto de forma eficiente, empieza con las cosas que caducan antes y sigue por las más duraderas. Una vez hayas acabado con tus reservas, estarás listo para empezar desde cero y crear una cocina minimalista, sana y frugal.
Beneficios del reto “¡Cómetelo todo!”
Ahorrarás dinero
Aprenderás a diferenciar las buenas compras de las compras innecesarias
Cambiarás tus futuros hábitos de compra y cambiarás de estrategia, cosa que te ahorrará mucho dinero
Te lo pasarás en grande inventando recetas locas y creativas para usar las cosas que tienes
En definitiva, este reto puede ayudarte a ahorrar dinero, cambiar de mentalidad y estimular tu creatividad. Si no me crees, pruébalo durante un mes y notarás la diferencia. ¡Únete al reto! Te aseguro que no te arrepentirás.
Y tú, ¿qué recetas has inventado para usar toda la comida que tienes en la cocina? Deja un comentario con tus experiencias.
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