No sé vosotras, pero yo, por lo que había leído toda mi vida, pensaba que la aparición de las tan temidas estrías era consecuencia de un aumento repentino de peso. Esto me cuadraba perfectamente con el hecho de que una de las etapas en la vida de una mujer donde es especialmente importante que nos cuidemos y prevengamos las estrías es durante el embarazo. Bueno chicas, pues parece que no, pero vamos por partes.
¿Qué son las Estrías?
Por si alguna aún no lo sabe (¡¡¡qué suerte!!!) las estrías de la piel son depresiones lineales y superficiales que aparecen principalmente en el pecho, abdomen y caderas. Podemos diferenciar dos tipos: las estrías blancas y las estrías Rosadas o rojas. Normalmente las estrías aparecen inicialmente de forma rojiza y con el tiempo se vuelven blancas. Según los dermatólogos, éstas estrías, en fase inicial son las más fáciles de tratar.
Incidencia
Cuando empecé a documentarme en este tema pensaba que era uno de esos temas con mucha información y donde las mentes pensantes de la ciencia lo tendrían todo más o menos “controlado”. Pero parece que eso no es tan así.
Para empezar, la prevalencia de las estrías en la población general está poco estudiada y los estudios que existen tiene horquillas tan amplias que se cree que las tiene entre el 50 y el 90% de la población. Sin embargo lo que si parece que está claro es que las mujeres tienen una incidencia en torno a 2,5 veces superior a la de la población masculina.
Otro punto que parece estar bastante comprobado es que la aparición de estrías en la población femenina coincide con dos etapas: la pubertad y el embarazo, especialmente en las primíparas. Esto ha hecho centrar los estudios científicos en los últimos años hacia la vertiente hormonal en la aparición de las estrías ya que precisamente en estas dos etapas de la vida de una mujer es cuando las hormonas estás más “locas”.
Origen de las estrías
Durante mucho tiempo en el campo del estudio de las estrías ha habido dos teorías sobre el origen de las estrías y aún muchos dermatólogos piensan que no son incompatibles.
1.- Exceso de estiramiento de la piel.
2.- Origen Hormonal.
En el primer caso, muchos científicos atribuyen la aparición de las estrías en la piel al estiramiento o mejor dicho, a una tensión excesiva de la misma que hace que la estructura de la epidermis y la dermis se deteriore y aparezca esta lesión superficial. Sin embargo, los últimos estudios publicados por el Dr. Chang et al, han demostrado que no existe una relación significativa entre la aparición de estrías y el incremento, ya sea en valor absoluto o porcentual, de peso en el embarazo. Por ello, el exceso de estiramiento debe considerarse más como un factor de riesgo que como el origen.
Por otro lado, se conoce desde hace mucho tiempo, que uno de los factores más importantes que afectan de forma negativa a la elasticidad de la piel es la acción de las hormonas esteroideas y otros derivados como los corticoides. Por esta razón, durante la pubertad, con la descarga hormonal que se produce al igual que en el embarazo, la proliferación de de fibras elásticas en la piel disminuyen y es más probable la aparición de estrías. De hecho, parece que la edad gestacional media donde aparecen las estrías son las 24,6 semanas y en un 85% de los casos las estrías aparecen tras el inicio del segundo trimestre que es justo cuando empiezan a aumentar los niveles de estrógenos y progestágenos.
Estos estudios parecen indicar que hay un componente genético de base en la aparición de las estrías de manera que aquellas mujeres donde las cualidades elásticas de la piel están más intactas frente al efecto hormonal serán más “resistentes” a la aparición de las estrías.
Tratamiento y Prevención
Son muy pocos los estudios llevados a cabo sobre tratamientos efectivos para las estrías o implicados en su prevención. Sin embargo, cada vez parece más evidente que la asociación de un estimulante fibroblástico con elementos nutritivos necesarios para que el primero pueda desarrollar su acción sin limitaciones son las terapias más efectivas. En este sentido, productos o principios activos ricos en Vitamina E juegan un papel destacado en la protección de la epidermis frente a la aparición de estrías junto con ácido hialurónico, el extracto de Centella asiática, extracto de timo y algunos aceites vegetales que son estimulantes celulares de la síntesis de colágeno, sobre todo los ricos en ácido retinoico como la rosa mosqueta. Es de destacar que aquellos preparados donde los principios activos sean más puros y donde menos químicos industriales haya presentarán mejores resultados.
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