Más de la mitad de los niños, niñas y jóvenes sirios en edad escolar refugiados en Jordania no asisten a la escuela. Su educación se ha interrumpido o nunca ha empezado ya que muchos de ellos cuando llegaron al país ya habían faltado durante 18 meses a la escuela en Siria, por ser ésta objetivo de ataques regularmente.
Dentro del programa de ayuda a niños sirios refugiados en Jordania que llevamos a cabo , preservar el derecho a la educación de estos niños es una prioridad por lo que apoyamos su incorporación al sistema educativo a través de becas escolares, e implementamos programas extraescolares educativos y lúdicos. Jugar estimula la cooperación y el espíritu de equipo, libera la tensión y el estrés emocional al que están sometidos debido a su condición de refugiados, y permite que se desarrollen y adquieran confianza en sí mismos. Asimismo, en la escuela los niños podrán concentrarse mejor en sus estudios y estarán mucho más dispuestos a aprender.
Por otra parte, el no estar escolarizados favorece el trabajo infantil, del que ya ha habido un incremento en Jordania, y aumenta el peligro de que estos niños se conviertan en una “generación perdida”, un riesgo del que ya ha advertido UNICEF a la comunidad internacional.
Imagen: Un grupo de niños tras la presentación del programa de actividades, que estuvo amenizada por títeres.(Global Humanitaria/Al Mahd for Training and Social Development)