A la hora de buscar productos cosméticos libre de tóxicos como los parabenos, ftalatos, etilaminas, PEG, etc existe dos estrategias. O bien te pones a leerte las composiciones de todos los productos que quieras comprar o bien buscas sellos de certificación ecológica. Desde luego para las personas de a pie de calle esta última opción es la más cómoda y recomendable.
En este sentido hoy vamos a hablar de uno de los sellos de certificación ecológica más respetados y reconocidos del mercado. Se trata del sello BDIH que fue creado por la Asociación Alemana de empresas comerciales e industriales para los medicamentos, los productos dietéticos, los complementos alimenticios y los cuidados corporales. Dicha asociación nace en 1951 como respuesta a la falta de seguridad de los consumidores alemanes que buscaban productos naturales y está compuesta por expertos interdisciplinares encargados de establecer los más altos criterios de calidad para su obtención. En 1997, las principales empresas fabricantes de cosmética natural alemanas, empresas como Logona, Weleda o Lavera deciden trabajar bajo los estrictos estándares de calidad que impone la BDIH exponiendo una serie de principios que desde entonces deben regir todo el proceso productivo y que podemos resumir en tres puntos:
1.- Máximo respeto a la naturaleza tanto en la extracción de las materias primas como en la protección de los animales y especies vegetales utilizadas. Rechazo radical a la manipulación genética y búsqueda de un proceso productivo sostenible medio-ambientalmente.
2.- Limitación al máximo de los procesos químicos en la transformación de las materias primas con el fin de preservar sus propiedades naturales.
3.- Búsqueda de productos lo más hipoalergénicos posibles en línea con el creciente problema de alergias e hipersesibilidad química que en las sociedades industrializadas están apareciendo.
Bajo estos tres pilares básicos podemos citar diferentes critérios que se toman en cuenta a la hora de la fabricación de un producto de cosmética natural controlada por la BDIH.
a) Los ingredientes utilizados provienen mayoritariamente de agricultura biológica,cultivo ecológico o recolección silvestre controlada. Además se establece una lista de ingredientes que se tienen que usar de manera imprescindible en calidad bio.
b) Además de los métodos naturales de conservación se permiten algunos conservantes en su estado natural como el ac. benzoico y sus sales, ac salicílico y sus sales, alcohol bencilíco, etc.
c) Está prohibido usar Colorantes orgánicos sintéticos materias primas etoxiladas, siliconas, parafinas, productos derivados del petróleo y sustancias olorosas sintéticas. Los aceites esenciales está autorizados siempre que su extracción se realize mediante métodos físicos. Perfumes y colorantes sintéticos están prohibidos. Además se restringe el uso de agentes tensoactivos y emulgentes si se obtienen por hidrólisis.
d) Ningún test sobre los animales esa autorizado ni durante la fabricación, desarrollo o control del producto acabado ni en el pedido de las materias primas usadas. Igualmente no se autoriza el uso de materias primas de vertebrados aunque dicho animal se encontrase muerto, como por ejemplo aceite de tortuga, esperma de ballena, aceite de visón, células frescas animales, grasas animales, etc.
e) La desinfección mediante métodos de radiación radioactiva o ionización de las materias primas o en los productos finales cosméticos NO está permitido ya que pueden generar subproductos nocivos para la salud.
f) Todo el proceso se encuentra certificado por un laboratorio independiente como es el EcoControl que comprueba y evalúa los criterios citados. Si son cumplidos entonces se recompensa con el sello.
En este punto os dejamos un Infograma que resumen toda esta información:
A diferencia de otros sellos de certificación ecológica la BDIH no impone procentajes mínimos de ingredientes en calidad Bio pero la lista de productos que deben ser usado junto con la lista de productos restringidos es tan extensa que la cuestión de los porcentajes es un problema muy relativo ya que es prácticamente imposible la fabricación de un producto sin el uso de ingredientes Bio cuando además de entre los ingredientes que deben usarse hay muchos que son usados como “base” de la cosmética natural. Otra diferencia es que el agua que se usa no puede ser tomada en cuenta en el cálculo de la parte de los ingredientes Bio con lo cual se evitan determinadas prácticas poco éticas.
En 2009 se llevaron a cabo una serie de indicaciones adicionales a la obtención de este prestigioso sello de certificación ecológica respecto a la denominación “Bio”. A partir de esta fecha para que un producto pueda poner en su publicidad o etiquetado “Bio” la proporción de ingredientes (excepto el agua) que deben ser de agricultura biológica debe representar al menos un 95% sobre el total.
En nuestra tienda online puedes identificar claramente los productos que tienen certificación de la BDIH ya que hemos incluido el sello en la propia ficha del producto, de esta manera esperamos que os sea más fácil su identificación.
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