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Por: Xabier Sánchez DuroSegún el estudio publicado en febrero de 2018 por la consultora Kantar Worldpanel, el consumo de productos ecológicos ha crecido un 14% en España. La presencia de éstos en los hogares era de un 42% en la fecha (muy baja respecto a la media europea del 80%), siendo los hogares catalanes los que lideraban la lista con una media del 53%.
Y es que cada día abundan más en los supermercados y tiendas de barrio los productos que bajo la etiqueta eco siguen suscitando dudas y polémicas entre consumidores. Los periódicos tradicionales se llenan la boca con titulares amarillistas cómo Una manzana ecológica no es más sana que una normal (El Correo, 28 de Julio de 2019) diseñados para que el lector pique en un titular atractivo que en realidad no dice nada, no informa e incluso puede llevarlo a la confusión y la creencia de una premisa que no es cierta.
Evidentemente, una manzana ecológica no es más sana que una normal, pese a haber algunos estudios científicos que lo confirmen. La cantidad de nutrientes va a ser la misma si no parecida en un altísimo porcentaje según el tipo de manzana que sea o el momento en el que consumamos ésta. La diferencia radica en el método de producción y los productos utilizados en ésta, como pesticidas y herbicidas menos agresivos. Vayamos al grano:
Duda - ¿Qué significa que un producto sea eco?
Los productos de procedencia ecológica son todos aquellos que no hayan sido tratados con pesticidas, herbicidas o plaguicidas que no sean naturales, aquellos que han sido cultivados respetando su ciclo natural, no han sido madurados artificialmente, ni han sido embellecidos y, por supuesto, que no sean de ningún modo organismos modificados genéticamente.Duda - ¿El tomate que cultivo en casa es ecológico?
Cuando hablamos de productos eco, nos referimos a aquellos de venta en mercado que cumplen con la normativa vigente (reglamento 834/2007). Claro que un tomate que hayas cultivado en tu casa puede considerarse ecológico, dependiendo, en este caso, de los tratamientos que hayas empleado para su crecimiento. Pero no es un producto eco.Mito - Los productos ecológicos no están libres de químicos ni pesticidas
Claro que se utilizan pesticidas, en todo producto que lleva un rendimiento económico tras de sí se ha de priorizar que la materia prima llegue sana, salva y entera a su destino final. La diferencia entre las plantaciones comunes y las ecológicas está en los componentes de estos pesticidas precisamente, así como en su campo de actuación. Mientras que la industria utiliza plaguicidas y herbicidas de origen químico, destinado a cualquier plaga que pueda afectar a la totalidad de sus productos, la ecológica utiliza pesticidas de componentes naturales, es decir, que no lleven ningún químico en su composición, además de estar destinados para la plaga que afecta a este producto en concreto, dejando al resto de seres intactos.Verdad - Los alimentos ecológicos son demasiado caros
Lo son. Es muy cierto que las etiquetas eco, bio y orgánico han sido utilizadas por las grandes empresas como una clarísima estrategia de marketing y pink washing, lo que viene siendo el lavado de cara de toda la vida. Las principales empresas de la industria alimentaria luchan por reconocerse como naturales en un mercado que cada vez tiene más compradores. Todo ello lleva a encarecer los procesos de mercantilización de sus productos, repercutiendo directamente en su precio y, por lo tanto, en el consumidor.Por otro lado, estos productos se cultivan, cosechan, envasan y transportan generalmente de forma artesanal y sostenible y como no tienen un sistema de venta masiva sus costos son más altos que los de los alimentos convencionales.
Cuando hablamos del precio de un producto no sólo hablamos de cómo afecta a nuestro bolsillo, también del coste directo a nuestra salud y al medio ambiente. Y no queremos quedarnos sin el planeta en el que vivimos, eso sí que nos resultaría realmente caro.
Mito - Los plaguicidas no son tan malos
¿Por qué no se lo preguntáis a Monsanto y su famoso TCDD? La empresa estadounidense lleva desde su creación en boca de los grupos ecologistas. Sus herbicidas y pesticidas son los más utilizados a nivel mundial, al igual que sus semillas, a parte de encabezar la carrera de los transgénicos. Son casi incontables las polémicas suscitadas por la empresa con sede en San Luis, Misuri, todas ellas recogidas en el libro y posterior documental El mundo según Monsanto, el cual recomienda encarecidamente esta redacción.¿Conocéis el Agente Naranja? Fue utilizado por el ejército estadounidense durante la Guerra de Vietnam como parte del programa de guerra química. El país entero fue fumigado con este herbicida. La Cruz Roja de Vietnam calcula que hasta 1 millón de personas son discapacitadas o tienen problemas de salud debido al Agente Naranja, pese a que le Gobierno de Estados Unidos siga negando las cifras.
La dioxina es otro de los maravillosos descubrimientos de esta empresa. Este insecticida fue prohibido en 1972 tras reconocerse como cancerígeno. Hicieron falta dos accidentes, uno en Estados Unidos y otro en Italia, y los posteriores estudios clínicos de todos sus habitantes para demostrarlo. Este químico especialmente duradero, sigue estando presente en un grandísimo número de organismos de nuestro planeta, ya sean terrestres o acuáticos.