Seguimos con las compras para nuestra casa rural en Patones. Y queremos compartir la historia de los sillones de mimbre del último cestero de Medina del Campo. Ya os hemos hablado de nuestras compras por Marruecos. Pero no hay que irse muy lejos, en nuestro país también hay artesanos que mantienen viejas tradiciones.
Junto a la carretera de la Coruña, a su paso por Medina del Campo hay una nave “La Mimbrera”, que ha colgado el cartel de “Liquidación total por cierre”. Pasamos junto a ella de camino a Santibañez y decidimos parar a mirar qué había.
Allí conocimos a Ramón Roncero, el último cestero de Medina del Campo. Un señor entrañable que no dudó en mostrarnos todo su trabajo y regalarnos higos y almendras de sus árboles para el camino. Solo le quedaban un sillón y dos sillas de lo más tradicional fabricadas en mimbre y perfectas para nuestra casa rural.
Ramón nos contó por qué cerrará definitivamente “La Mimbrera”. Era un negocio familiar, sus hermanos se jubilaron hace unos años y sus hijas tienen estudios. Además para vender mimbre lo mejor es estar produciendo entre cliente y cliente y ellas no han aprendido la vieja tradición familiar.
Mientras liquidan todo lo que queda en la nave, el último mimbrero de Medina, continúan haciendo encargos. Un familiar le trae el mimbre que produce en un pueblo de Salamanca. Hace cestas, muebles para panaderías, encargos para casas rurales. ¡¡Y los sillones de mimbre para nuestra casa rural ecológica¡¡
En muchos rincones de nuestro país, pueblos con antiguas tradiciones mimbreras, quedan últimos cesteros: Avalle, Cangas de Onís, Noia, Archena e incluso en pleno Madrid. La llegada del plástico y otros materiales industriales afectó muy negativamente a la artesanía tradicional ya a finales del siglo pasado.
Hoy en día, en la decoración, sobre todo la de estilo rústico, el mimbre y las fibras naturales siguen estando de moda. Pero la gente ya no compra a pequeños artesanos. Va a grandes superficies donde se pueden comprar sillones de mimbre o ratán que viajan desde muy lejos y que muchos son producidos de forma industrial. Así, los pocos artesanos cesteros que quedaban se van jubilando y muy pocos jóvenes mantienen el oficio.
En Patones de Arriba había vecinos que trabajaban las fibras naturales. Se fabricaban cestas con mimbrera, ramas de olivo y otros útiles con esparto. La cámara de nuestra casa está llena de cestos, cestas y espuertas utilizadas para recoger las uvas, recolectar nueces o almendras, coger los huevos, transportar productos de las huertas. En la actualidad apenas algunas personas saben tejer cestas pero nadie se encarga de forma profesional para venderlas.
Afortunadamente en Torremocha está Antonio que en su Taller de Mimbre experimenta con las fibras naturales e imparte cursos para que no se pierda esta antigua tradición.
Nosotros estamos contentísimos de nuestras compras. En nuestras habitaciones habrá unos sillones de mimbre del último cestero de Medina del Campo. A todos los artesanos que seguís manteniendo estas tradiciones…. ¡¡Muchísimas gracias¡¡¡
Noticia sobre Ramón Roncero
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