La parte de la confianza es la que me convenció para darme de alta como padrino. Cierto que eso no es muy difícil; ya colaboro económicamente con cuota mensual, con Aldeas Infantiles, Médicos del Mundo, Mëdicos sin Fronteras, Unicef, Vicente Ferrer, Cruz Roja,... ya alguna que me olvido.
Pero fue la parte del compromiso que vi en ellas lo que me hizo dar un pasito más. Por eso puse en marcha esta página, para que sirviera de punto de referencia y a la vez poder dar la oportunidad de que todos los padrinos tengan su espacio para contar lo que quieran. Por suerte, además, pronto Estefi agarró el testigo y se puso a machacarlo en redes sociales e impide que lo dejemos en el olvido. No, no tenemos millones de visitas mensuales, pero al menos conseguimos que tú nos leas. Y quizás, que te unas.
En definitiva, creo que el ser padrino de una ONG como ésta, de la mano de Global Humanitaria, te permite sentir que algo haces por esas personas cuyo único pecado ha sido nacer donde han nacido. Y podríamos ser tú o yo. De hecho estamos viendo como en la actualidad hay miles de personas que hace un par de años tenían una vida como la tuya o la mía y hoy mendigan un trozo de suelo para empezar de cero... o ¡por debajo de cero! ¿Estás totalmente seguro de que es imposible que eso te ocurra a ti?
¿Son 21€ suficientes para comprar tu paz mental? Pues no sé, pero la cuestión es que esa miseria realmente es útil para aquellos niños. La suerte es que el dinero se multiplica en esos países: primero porque el nivel de vida es infinitamente inferior, y segundo porque Aidé, Cris y todo el equipo exprimen al máximo cada euro que aportamos para convertirlo en nuevas oportunidades.
Estamos bastante inmunizados con lo que le ocurre a otras personas, especialmente si viven muy lejos y más aún si son de otra etnia. Pero son personas, como tú y yo. ¿Imaginas la satisfacción de que una sola de ellas encuentre una oportunidad (en algunos casos incluso la diferencia es vivir o no) gracias a esa aportación? Pues ocurre.
Bueno, no me enrollo más, pero te hago un llamamiento. No te voy a pedir el nivel de compromiso de Aidén o Cris o toda la gente que sobre el terreno entregan su vida por este poblado. Ni siquiera el de los que desde aquí intentamos darle vidilla y que no decaiga. Pero sí te invito a que te unas. A que apoyes este proyecto con tus 21€/mes (o más, claro), que a partir del 2º mes se convertirá en un cargo más del que ni te das cuenta. ¿Cambiaría mucho tu vida si te subieran el sueldo 21 €/mes? ¿O si te lo bajaran? Pues eso, créeme, esos 21€ en manos de Cris, Aidén y su equipo hacen el milagro, un milagro real en la vida de un montón de personas, y a ti no te afecta absolutamente en nada.
Gracias, si has llegado hasta aquí, y bienvenido/a al equipo. Y, por favor, haznos de altavoz, que falta hace.