Es por todos conocido que los bosques y selvas del planeta son necesarios para sobrevivir y garantizar cierta calidad de vida. Previenen las erosiones del suelo, evitan sequías, nos ofrecen alimentos y materias primas, mantienen el ciclo del agua y ayudan a estabilizar los efectos del cambio climático.
Cada año somos testigos de varios incendios forestales, de los cuales el 96% tiene como responsable al hombre. No solo la desaparición de muchos espacios se produce de forma acelerada; por desgracia, el daño que causa un incendio forestal puede también perdurar años.
Algunos de los impactos ecológicos que produce un incendio son la pérdida de nutrientes del suelo, la destrucción de la masa forestal, el aumento de la probabilidad de plagas y enfermedades, la erosión y contaminación de las aguas, la pérdida de fauna y microfauna, el incremento del riesgo de desertificación, la reducción de la disponibilidad de oxígeno y el aumento de emisiones de CO2 a la atmósfera, entre otros.
En definitiva: un incendio es una tragedia para todos, pero especialmente para el medio ambiente. Es por eso que, cuando descubrí Ashes To Life casi por casualidad, supe inmediatamente que tenía que escribir al respecto.
Podríamos decir que Ashes To Lifees un proyecto lleno de magia, que pretende darle a los bosques incendiados la oportunidad de resurgir de sus cenizas, ¡literalmente! Y es que el equipo detrás de ATL ha tenido la brillante e innovadora idea de usar las cenizas resultantes de los incendios para crear jabones ecológicos, cuya venta pueda financiar la reforestación nacional. El uso de este material aún está en investigación, pero el equipo de profesionales detrás de ATL tiene grandes espectativas al respecto.
El proyecto comenzó como una idea de comunicación entre dos personas del mundo de la publicidad con inquietudes medioambientales. Alejandro de Antonio y Jorge Manzaneque, conscientes de las terribles consecuencias de los incendios forestales, empezaron a investigar cómo una campaña creativa podía ayudar a paliar los efectos de estos. Al principio iba a ser algo puntual, pero la urgencia de acción les llevó a crear toda una marca.
Ashes to Life es, por encima de todo, un grupo humano abierto a colaborar y compartir conocimientos con otras personas y organizaciones vivas comprometidas con el medio ambiente y que entiendan que los incendios forestales son un problema de todos y, por tanto, que todos debemos implicarnos en su solución, dice Alejandro.
Entre esas otras personas y organizaciones que menciona el co-creador de ATL, se encuentran el fundador y presidente de Ecoalf y el director general de la fundación Ernest & Young. El equipo también cuenta con profesionales de la ecología y la restauración de ecosistemas, como Sandra Magro, que afirma que el proyecto puede poner en marcha un modelo de economía solidaria que sirva además para sensibilizar a la población sobre un problema tan grave como los incendios.
Jabones ecológicos hechos de las cenizas de bosques incendiados
Así pues, podemos decir que el alma del proyecto es la restauración ecológica de bosques quemados, un problema grave que no solo afecta al propio bosque, sino también a los animales, a las comunidades humanas cercanas, a la economía y al calentamiento global.
Cuando un bosque se quema, un valioso capital natural y social desaparece cuenta Sandra Magro. El refugio de un gran número de especies que aportan bienes y servicios a la población, el valor identitario del paisaje y el sentimiento de pertenencia que generan los espacios naturales son motivos suficientes para implicarnos en la restauración de bosques quemados.
Es vital no solo sensibilizar al respecto, sino también hacer partícipe a los ciudadanos –tengan la edad que tengan- en el proceso de concienciación y de restauración de nuestros ecosistemas. Desde ATL nos recuerdan que, vinculando las comunidades locales con su entorno natural, podremos recuperar el antiguo sentimiento de responsabilidad con la naturaleza y su valor.
El beneficio que propone el proyecto, pues, no solo es ecológico, sino también social y económico. Como ya te expliqué en otra ocasión, da igual en qué lugar del mundo sea: ¡plantar árboles significa mucho más que ayudar al medio ambiente!
Imagen cedida por Ashes To Life: procesos de la producción
Ahora mismo, Ashes To Life se encuentra en plena campaña Crowdfunding, un proceso vital para conseguir los fondos necesarios y elaborar la primera partida de jabón con éxito. Su objetivo inicial es recaudar 8.000 euros, y hasta la fecha han conseguido el 36% de su meta.
Estos 8000 euros están destinados, tal y como explican transparentemente en su página web, en adquirir las cenizas certificadas, en comprar las materias primas para producir el jabón, en diseñar y producir el packaging, en obtener las certificaciones de jabón 100% ecológico, y en la producción final de este.
El dinero no solo va a la restauración de bosques, sino también al desarrollo del Protocolo Ashes to Life, un método avalado por expertos en restauración de ecosistemas que permitirá definir las mejores actuaciones en cada caso para restaurar un bosque perdido, involucrando tanto a la población como a las administraciones públicas y a los agentes del territorio, además de fomentando la participación activa de los ciudadanos en la prevención de incendios y la restauración de bosques.
A mí me gustó tanto el proyecto que decidí apoyarles antes de que fuera demasiado tarde. Si también te parece una buena idea, y quieres ayudarles a reforestar los bosques españoles (¡y conseguir jabón ecológico hecho de ceniza!), te animo a que te pases por la página web de su campaña y les ofrezcas el apoyo que gustes. También puedes visitar su blog o conectar con ellos en sus redes sociales de Facebook y Twitter.
Incendios forestales que podemos evitar y recuperar.
Por último, si te interesa la conservación forestal o te gustaría saber más al respecto, me gustaría recomendarte el informe Bosques Listos para Arder, además de las recomendaciones de Green Peace sobre el comportamiento ciudadano frente a incendios. Y es que, como dicen en WWF, en España tal vez seamos buenos apagando incendios, pero no apostamos lo suficiente por la prevención y por la restauración.¡Construyamos entre todos un mundo más verde!