Es algo mucho más sencillo: se trata de recuperar el sabor de lo natural y de consumir alimentos variados. Es decir, una dieta que era típica hasta hace unas décadas, antes de que la agricultura de nueva generación y la industria alimenticia asaltara la elaboración artesanal de siempre para reemplazarla por la producción en serie, con productos procesados y de composición dudosa, cargados de aditivos y conservantes. O pesticidas y agroquímicos a mansalva. Basta con analizar la leche para descubrir la verdad. Si miras la fecha de vencimiento de 1 litro de leche verás que puede permanecer en buenas condiciones hasta 3 semanas…incluso un mes. ¿Una ventaja artificial o un riesgo de fondo?
Ya lo dijo un pediatra amigo: la mejor inversión a futuro que puedes hacer con tu hijo es en alimentación, comprando productos naturales y de origen confiable. Quizá más caros, pero también más saludables. ¿La razón más importante? Evitarás que el organismo se contamine con sustancias artificiales. Y los alimentos sanos tienen una repercusión directa en nuestr
Los alimentos orgánicos son los más saludables pues no contienen residuos tóxicos que proceden de pesticidas, antibióticos, fertilizantes sintéticos, aditivos y conservantes que son utilizados en la agricultura convencional para eliminar insectos o plagas o bien para combatir enfermedades. Estos alimentos son 100% saludables por lo que pueden ser absorbidos por el organismo sin inconvenientes y sin alterar las funciones metabólicas. Otro tanto ocurre con los productos procesados, que también contienen sustancias químicas nocivas para la salud.
Los niños están en una etapa de continuo desarrollo y su metabolismo en una etapa de gran movimiento. Por eso, lo mejor que puedes regalarles es una dieta equilibrada y natural, consumiendo alimentos orgánicos obtenidos sin la utilización de productos químicos. Más allá de que se trate de productos procesados o no, para que los alimentos sean considerados orgánicos no deben presentar residuos químicos.
Decirlo es sencillo, hacerlo no tanto aunque es un buen momento para comenzar a transitar el camino de la salud, ¿no es cierto?
¿Y si además se implican en su alimentación? Hay muchas maneras para que tomen conciencia de la importancia de comer sano, puedes enseñarles y transmitirles tu pasión por la cocina, hacer que inventen y creen recetas, y también puedes regalarles la posibilidad de ser grandes agricultores en casa, con los minihuertos urbanos de SeedBox kids. Una manera de optimizar espacio, dinero y recursos con la finalizar de iniciar a los más pequeños en el maravilloso mundo del autocultivo.
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