Partiendo de esta premisa, en un pequeño poblado llamado Bodouakro (Costa de Marfil), hay gente luchando por dar esa educación, especialmente a los niños y a las mujeres. Desde España Aidén Calvo y Cristina Saavedra hacen una gran labor intentando mantener el proyecto en marcha a través de la ONG Global Humanitaria.
Escuchar a Cristina la felicidad que se percibe al ver como personas sin futuro se transforman día a día simplemente por darles cariño y educación es absolutamente emocionante. Allí las mujeres no son nada, pero en cuanto se les abre la mente y se les da herramientas para tener autonomía se ve cómo, literalmente, crecen y la sonrisa vuelve a sus caras.
Sé que estamos en momentos de crisis, y que a muchos no nos sobra a fin de mes, pero apadrinar a un peque de aquellos son sólo 21 €/mes, y para ellos este detalle les cambia radicalmente su vida y sus expectativas.
No dejes de escribir a acalvo@globalhumanitaria.org y ayuda en lo que puedas. No, no es de las que están de moda. No tiene el apoyo de los grandes medios. Pero cada una de aquellas personas es como tú y como yo: personas cuyo único delito es haber nacido unos miles de Km en la dirección incorrecta. La buena noticia es que con poquito se hace mucho.