Nuestra piel, al ser porosa, absorbe todas las cremas, aceites y potingues que nos ponemos. Por eso debemos prestar especial atención a la composición de nuestros cosméticos y evitar aquellos ingredientes que están catalogados como “tóxicos” para nuestra piel. A diferencia de la convencional, la cosmética natural y ecológica sí están certificadas. Lo que nos asegura que ninguno de los ingredientes que se utilizan en la elaboración del productos es perjudicial para la salud.
Encontrar la palabra “natural” en la etiqueta de un producto tampoco significa que lo sea. Seguro que alguna vez te ha pasado que has comprado una crema de rosa mosqueta, miel de abeja, aloe vera o cualquier otro producto natural y cuando has mirado con detenimiento los ingredientes llevaba como mucho un 1% de materia orgánica.
¿Entonces cómo podemos identificar si estamos comprando el producto adecuado? Sigue estas 7 claves a pies juntillas y no habrá producto que se te resista.
¿Qué es un cosmético econatural?
Lo primero que debemos saber es a qué nos referimos cuando hablamos de cosmética econatural. Tanto los productos naturales como los ecológicos son fieles a estos seis principios:
El 90% (como mínimo) de sus ingredientes son naturales o de origen natural.
No contienen materias primas perjudiciales para la salud.
Utilizan procesos de transformación y elaboración respetuosos con el medio ambiente.
Están certificados.
No se utiliza a los animales para testarlos.
Permiten ingredientes de origen animal siempre que no sean derivados de animales amputados o sacrificados específicamente para la elaboración del cosmético.
Pero natural y ecológico no son lo mismo
A simple vista puede parecer que natural y ecológico significan lo mismo porque los dos utilizan ingredientes naturales para la elaboración de sus productos, pero no lo son. Si el cosmético contiene al rededor de un 95% de ingredientes de origen vegetal y/o animal ecológicos certificados se considera “cosmética ecológica”. Si no cumple este requisito estamos hablando de “cosmética natural”. Cuando los cosméticos naturales contienen ingredientes ecológicos pero la cantidad es inferior al 95% el fabricante puede indicar qué porcentaje de ingredientes ecológicos contiene el producto.
Dale la vuelta al bote
Muchas veces encontramos productos en el mercado que dicen ser 100% naturales, ecológicos, orgánicos o bios. No te dejes seducir por estas palabras porque en muchos casos son cosmética convencional con un 1% (como mucho) de algún producto natural. La verdad es que la única forma de saber el tipo de producto que tenemos ante nosotros es darle la vuelta al envase. Ahí encontraremos toda la información necesaria para saber si estamos ante un producto natural, ecológico o convencional con apariencia de natural.
Busca el sello certificado
En el mercado existen multitud de sellos que han sido desarrollados por certificadoras, asociaciones, fabricantes o algún otro tipo de agente del sector. Son muy similares y todos garantizan que estamos comprando cosmética certificada. Sin embargo no hacen diferencias entre un producto de cosmética natural y otro de cosmética ecológica. Por lo tanto, si lo que estamos buscando es un producto de cosmética ecológica deberemos fijarnos en el porcentaje de ingredientes ecológicos y en los asteriscos que lo identifican.
Estos son los sellos más comunes. Si ves alguno que sea diferente pregunta a tu proveedor para que te informe de cuáles han sido los criterios de certificación de ese sello, ya que muchas veces varían los porcentajes de ingredientes mínimos naturales exigidos:
Identifica si aparece algún ingrediente peligroso
Estos son los ingredientes más tóxicos que podemos encontrar en el mercado en los productos de belleza. Rechaza aquellos cosméticos que se vendan bajo el nombre de “natural o ecológico” y lleve alguno de estos compuestos perjudiciales para nuestra salud:
2-Bromo-2-Nitropropane-2,3-Diol
A: Alcloxa, Acrylamide*, Acrylate*, Aldioxa, Aluminium Chlorhydrate, Aluminium Chloride, Aluminium Chlorohydrex, Aluminium Chlorohydrex PG, Aluminium Fluoride, Aluminium Sesquichlorohydrate, Aluminium Zirconium Trichlorehydrex GLY.
B: Benzalkonium, Benzophenone*, BHA, BHT, Boric acid, Bromo*, Butyl Methoxydibenzoymethane.
C: Carbomer, Cera Microcristalina, Ceresin, Ceteareth*, Ceteth*, Cetrimonium, Chloro*, Chlorphenesin, CI 10006, CI 10316, CI 11680, CI 11725, CI 11920, CI 12085, CI 12150, CI 12370, CI 12700, CI 15800, CI 12850, CI 15985, CI 16035, CI 16230, CI 16255, CI 17200, CI 18050, CI 18690, CI 18820, CI19140, CI 20040, CI 20470, CI 26100, CI 27290, CI 40215, CI 45220, CI 50325, CI 60724, CI 60725, CI 61565, CI 61570, CI 61585, CI 74260, CI 77163, CI 77285, CI 77288, Cyclomethicone*
D: DEA*, Diazolidinyl Urea, Diethanolamine, Dimethicone*, Disodium Laureth Sulfosuccinate, DMDM Hydantoin, Drometrizole Trisiloxane.
E: EDTA*, Ethoxydiglycol, Ethylhexyl Triazone, Ethylhexyl Methoxycinnamete.
F: Formaldehide.
H: Homosalate, Hydroquinone, Hydroxypropyl.
I: Imidazolidinyl Urea, Iodo*, Isopropyl Dibenzoylmethane.
M: MDM Hydantoin, MEA*, Methyl Gluceth*, Monoethanolamine, Musk.
O: Octocrylene, Oleth, Oxybenzone, Ozokerite.
P: Paraben*, Paraffin, Paraffinium Liquidum, Parfum*, Pentaerythrityl Tetra-DI-T, Petrolatum, Phenoxyethanol, Phthatate, Polyehtylene glicol, Polyquaternium*, PPG*, P-Phenylenediamine sulfate.
Q: Quaternium*.
R: Resorcinol.
S: Selenium sulfide, Sodium borate, Sodium iodate, Sodium Laureth Sulfate, Sodium Lauryl Sulfate, Sodium Lauryl Sulfoacetate, Sodium Myreth Sulfate, Sodium Polynaphthalenesulfonate, Sodium Trideceth Sulfate, Soldium Xylenesulfonate,
T: TEA*, Thimerosal, Toluene, Triclocarban, Triclosan, Triethanolamine
*Hay que evitar cualquier ingrediente que contenga esa palabra.
Busca el sello de no testado en animales
Los productos que no han sido testado en animales lo especifican en sus envases. Puedes encontrarlo con la frase “no testado en animales” o con algún logo en el que aparezca un conejo.
Testar cosméticos en animales es más común de lo que piensas. De hecho muchos de los cosméticos convencionales proceden de China. Y en este país la mayoría de los productos de belleza deben ser testados obligatoriamente por ley en animales.
Presta atención al packaging
Elige aquellos envases que sean eco-responsables, reciclados o reciclables. Evita los botes de plástico especialmente en los aceites ya que absorben o modifican las propiedad de los ingredientes naturales.
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