Ya has definido el plan de negocio de tu marca. Has analizado a la competencia para encontrar aquello que te diferencia. Te has devanado los sesos buscando un nombre atractivo…¿Y ahora qué? Pues ahora es el momento de plasmar toda la esencia y valores de tu proyecto en un logotipo que te identifique y te ayude a conectar con tu público.
No hay una fórmula mágica para diseñar el logo ideal. Cada proyecto es único. Pero sí hay una serie de patrones que te pueden servir de guía para orientarte hacia el camino correcto. Depende del sector nos encontraremos unas tendencias u otras. Por ejemplo, los logotipos de marcas de coches suelen ser azul oscuro y plateados. Los de las cadenas de comida rápida suelen ser desenfadados y utilizan colores muy llamativos. La tipografía serif es muy habitual en las marcas de lujo y, por el contrario, podemos encontrar las de palo seco o sans serif en la ropa low cost.
Algo muy importante en las marcas sostenibles o eco-friendly es que, en la mayoría de los casos, detrás de ellas hay un proyecto con alma, que ha sido impulsado por personas con unos valores muy marcados y que tienen una gran historia que contar. Son marcas únicas, con mucha personalidad y eso es lo que tenemos que potenciar a través del logotipo.
Aquí te dejo algunas ideas que puedes utilizar para alimentar tu creatividad y que te ayudarán a descubrir cómo es el logotipo que representa tu marca.
Personifica tu marca
Un ejercicio estupendo es imaginar tu marca como si fuera una persona. Coge papel y lápiz y descríbela o dibújala tal y como te la vayas imaginando. ¿Es hombre, mujer, niño o niña? ¿Qué edad? ¿Qué color de pelo tiene? ¿Cómo son sus ojos? ¿Es de piel clara u oscura? ¿Es alta/o o de estatura media? ¿Qué estilo de ropa viste?
Después piensa en cómo es su personalidad. ¿Es tranquila o nerviosa? ¿Es curiosa? ¿Es intelectual? ¿Es divertida? ¿Es callada o charla por los codos? ¿Es una persona acomodada o es de clase media?
Y por último piensa en qué cosas les gusta hacer. ¿Le gusta pasear por el campo o hace manualidades? ¿Lee o prefiere ver series? ¿Le gusta viajar? ¿Practica deporte? ¿Es cocinillas?
Seguro que ya te has hecho una idea de cómo es tu marca. Igual ya le has puesto hasta nombre. Ahora defínela con solo 3 adjetivos.
Y si fuera un…¿cuál sería?
Seguro que alguna vez has jugado con tus amigos a imaginar qué serias si fueras un animal, una flor, un color, un medio de transporte, una comida, un país, una casa, una prenda de vestir Pues ahora vamos a jugar a lo mismo pero con tu marca. Cuántas más preguntas le hagas más información obtendrás de ella.
Selecciona las respuestas que se hayan identificado más con tu marca.
Tipografía handmade
El estilo handmade está muy de moda a nivel gráfico y es que tiene algo que nos enamora y nos transporta a lo tradicional y a lo hecho a mano. Los logotipos que utilizan este tipo de tipografía suelen transmitirnos naturalidad y cercanía.
Tu marca, los productos que vendes y la forma de hacerlos son únicos por eso tu tipografía también debe serlo. Te propongo que te olvides de las tipografías convencionales y que apuestes por un logotipo basado en la caligrafía o el lettering. Y aunque parezca que hablo de lo mismo no es así. Mientras que la caligrafía es el arte de escribir letras el lettering es el arte de dibujarlas.
Añade algún elemento diferenciador
Por regla general, las marcas sostenibles suelen ser bastante relajadas y desenfadadas. Esto nos da la opción de jugar un poco con nuestra tipografía y añadirle algún elemento que nos ayude a conseguir que el logotipo represente en cierta manera lo que estás vendiendo. Te propongo dos opciones:
Decora tu tipografía con algún elemento natural, como por ejemplo una hoja, y que ésta forme parte del logotipo.
Diseña un isotipo ( icono o dibujo sencillo) que acompañe al logotipo (palabra) y que puedan ser utilizado tanto juntos como separados. En este paso puedes utilizar las ideas que sacaste del punto 2.
Colores naturales
Inspírate en los colores de la naturaleza para dar color a tu logo y aplícalos en tonos más suaves. Huye de los colores brillantes y chillones. Utiliza colores planos y evita los degradados o las sombras, que ofrecen un aspecto viejuno y rancio de la marca.
Recuerda que los colores tienen el poder de transmitirnos emociones y siempre se utilizan con un propósito:
Azul: es el color del mar y del cielo. Nos aporta relajación y nos transmite estabilidad, paz, armonía, seguridad y confianza.
Rojo: es el color del fuego. Nos aporta energía y nos transmite fuerza, valentía, pasión y poder.
Verde: es el color de la naturaleza por excelencia. Nos aporta relajación y tranquilidad y también está relacionado con el dinero, la armonía y es el color de la esperanza.
Amarillo: es el color de la luz. No transmite optimismo, felicidad y juventud.
Naranja: es el color de los atardeceres. Representa creatividad y calidez.
Negro: es el color de la sofisticación, el glamour y la elegancia.
Blanco: es el color de la pureza, la claridad, la limpieza y la sencillez.
Violeta: es el poder femenino. Nos transmite poder, lujo y sabiduría.
Rosa: es el color de las flores. No transmiten feminidad, delicadeza, cariño y amor.
Menos es más
Este mantra vale para casi todo en la vida, pero en diseño es una obligación. La clave de un logotipo reside en su sencillez. El propósito de un logotipo es ser identificado por el cliente y ganarnos un hueco en su imaginario. Por ello te recomiendo no asfixiar al logotipo con decenas de conceptos y elementos propios de un jeroglífico. Ten en cuenta que el cliente solo va a tener unos pocos segundos para identificar el logo y no va a hacer un estudio minucioso de él.
Recuerda, también, que debe poder leerse bien en cualquier tamaño y en sus versiones negativa y positiva (blanco y negro).