Una de las preguntas que me hago a menudo en mi día a día es “¿Cómo puedo convertir este acto en algo más minimalista y sostenible?”, y con “este acto” me refiero a esas actividades que solemos realizar sin pensar, a las que estamos acostumbrados a hacer rutinariamente. Para mí es en esas actividades en las que reside la primera oportunidad de cambio hacia una vida más sostenible, precisamente por eso, porque las hacemos sin pensar (y casi siempre siguiendo el camino que nos marca la sociedad, la publicidad, etc. porque es a lo que estamos acostumbrados).
Al igual que con la ropa, hacer pequeños cambios en el cuidado personal es de lo más fácil que hay para empezar en el minimalismo. ¿Cuántas veces te lavas el pelo cada semana? ¿Cuántos productos utilizas en el cabello? ¿Eres consciente de la cantidad de químicos y porquería que acaban en el agua (y en tu cabeza)? No voy a hacer aquí una campaña contra el champú convencional, pero sí haré un pequeño resumen: el champú tal y como lo conocemos no es lo que tu pelo necesita. Está lleno de tóxicos y se carga toda la protección del cuero cabelludo. Lo único que consigues es que cada vez necesites más productos para tenerlo “bonito”, cuando en realidad lo que estás haciendo es asfixiarlo, o peor aún, estropearlo de verdad.
Y ojo, tampoco estoy diciendo que dejes de lavarte el pelo, puesto que vivimos en sociedad y a todas nos gusta tenerlo limpio, además, no olvidemos que día a día la suciedad también se deposita sobre el cabello. La idea es limpiarlo sin agredirlo, al mismo tiempo que intentamos utilizar productos respetuosos con nuestro cuerpo y el medioambiente ;)
Lávalo con menos frecuencia
Lavar el pelo todos los días es innecesario. Al lavarlo con productos agresivos lo que haces es indicarle al cabello que produzca más grasa (si lo tienes graso) para compensar la pérdida de protección de cuero cabelludo. ¡Y si lo tienes seco solo contribuyes a empeorar el problema! Cuando dejamos de lavar el pelo a diario es posible que pasemos por un período de adaptación hasta que la producción de grasa se regule, pero esto es normal. Si haces deporte cada día puedes enjuagarlo con agua al terminar para eliminar el sudor, y alternarlo con los días de lavado.
Antes me lavaba el pelo casi todos los días, y me duraba muy poco tiempo limpio. Además, lo alisaba con planchas y también utilizaba unos cuantos productos para peinarlo. Desde que dejé todo eso atrás y empecé a poner en práctica el resto de cosas de este post, he conseguido que el pelo se mantenga limpio unos 4-5 días, y en invierno algo más. Y prácticamente no le hago nada. Fue dejar de “atacarlo” a diario lo que produjo cambios más visibles.
Utiliza champú seco
Hacer champú seco en casa es de lo más sencillo de mundo (aunque también tienes multitud de marcas que lo comercializan, pero no es tan sostenible). Y no, no es una guarrada utilizar champú seco entre lavados, así que dale una oportunidad. Descubrir este producto ha sido la salvación para mí: pelo más sano, menos lavados, menos tiempo perdido en peinarlo tras el lavado, y ahorro de tiempo.
Además, si eres de las que se tiñe el pelo, el champú seco te ayudará a mantener el color más tiempo, y por ende, necesitarás teñirlo con menos frecuencia, por lo que estará más protegido y también contaminarás menos.
Pásate a un champú natural
¿Has oído hablar del método “no poo“? Consiste en dejar el champú convencional y utilizar solo productos como el bicarbonato o el vinagre (o incluso solo agua) para lavar el cabello. Puedes investigar más en internet si estás interesada en probarlo, pero eso sí, si decides hacer el cambio, mi recomendación es que jamás utilices bicarbonato disuelto en agua para lavar el pelo. Nunca. Por más que leas por ahí o que conozcas a alguien que está utilizando ese método. A la larga produce muchísimos problemas en el pelo y en el cuero cabelludo, a menudo irreversibles. Hay alternativas 100% naturales y sostenibles que sí son beneficiosas y respetuosas con tu cabello (lavarlo con arcillas, con harina de centeno, con vinagre… no es broma).
Debido a la dureza que tiene el agua en la zona donde vivo, usar solo agua para lavarlo no es posible (deja residuo en el pelo), por eso me pasé a los champús sólidos 100% naturales. No contienen ninguno de los tóxicos del champú convencional y por lo tanto limpian sin ser agresivos. Cuando gastes tu champú, prueba con los de Lush o Kiaora. Sus champús sólidos duran muchísimo y dejan el pelo precioso.
Cambia tu tinte por uno vegano y sin amoníaco
Obviamente, lo mejor sería no teñir el pelo, pero puede que seas como yo y te encante probar colores nuevos o de fantasía. Si es así, cambia tu decolorante por uno sin amoníaco, y haz lo mismo con tu tinte (si es vegano, todavía mejor).
Ahora no utilizo decolorante, pero cuando lo he tenido que usar he comprado éste sin amoníaco que puedes encontrar en el supermercado. En cuanto a tintes, tienes marcas como Artic Fox, veganas, cruelty free y sin químicos agresivos ni alcohol.
Lava y seca en frío
Elige secarlo al aire siempre que puedas y lávalo con agua fría o tibia en lugar de caliente. Cuando lavamos el pelo con agua muy caliente abrimos el poro del cabello y eso hace que quede desprotegido y que el color se pierda (si lo llevas teñido). Es mejor acostumbrarse poco a poco y bajar la temperatura del agua, así el pelo queda brillante y activamos la circulación del cuero cabelludo :)
Yo no lo he lavado con agua caliente desde hace más de dos años, y en términos de salud y color del cabello hay una enorme diferencia.
Y ya sé que todas queremos el pelo que no tenemos (si tienes rizos lo quieres liso y si lo tienes liso lo quieres rizado), pero es mucho mejor aceptar el tipo de cabello que tenemos que maltratarlo con planchas y secadores. Cuídalo desde el lavado y aprende a quererlo y a peinarlo tal y como es. Casi todos los problemas que tienes ahora con tu pelo vienen por el uso de productos de peluquería convencionales que has estado utilizando toda la vida.
Por último, aunque lo he dejado fuera de los consejos pero igual de importante, es cuidarlo desde dentro. Come bien, incorpora más frutas y frutos secos a tu dieta y deja de comer procesados, verás un cambio en tu pelo (y en tu salud en general). Hasta no hace mucho no me había parado a pensar en lo importante de la alimentación para el cabello, siempre me había centrado más en la piel. Pero sí, se nota.
Y vosotras, ¿cómo cuidáis vuestro pelo de forma sostenible?