Iba a esperar al próximo post de productos naturales favoritos para hablaros de este champú sólido… ¡pero me daba miedo que dejara de estar “bonito” por el uso! Y estoy tan contenta con él, ¿qué por qué esperar? :)
Cuando te pasas al lado natural en la cosmética y los productos de higiene personal, necesitas casi siempre probar varias marcas hasta dar con la adecuada para ti. Creo que los casos más importantes de productos donde sucede esto son el champú y el desodorante. Es casi imposible dar con el tuyo a la primera. A veces puede ser frustrante probar distintos tipos y que no te funcionen, lo sé por experiencia. También era uno de mis mayores temores cuando decidí no usar champús convencionales nunca más. Por suerte, existen muchísimas marcas pequeñas, sostenibles y maravillosas a las que podemos dar una oportunidad.
Con mi anterior champú sólido de Lush no estaba a disgusto, me gustaba bastante, aunque claro, tiene sulfatos, y eso no me gustaba tanto. Si llevas el pelo teñido (especialmente con colores poco convencionales como yo), te interesa usar un champú que no tenga sulfatos entre sus ingredientes, ya que se llevan el color mucho más rápido. Hacía tiempo que conocía los productos de Kia Ora, y en cuanto terminé mi champú, me lancé con mi primer pedido. ¡Exitazo total!
Pedí el champú sólido Flora, que es especial para cabellos tratados químicamente, y estoy súper sorprendida. Es absolutamente perfecto. Desde el primer uso estoy encantada. Ahora que llevo más de un mes utilizándolo, puedo decir que he encontrado mi champú ideal. Si habéis usado champús naturales, sabréis que es difícil obtener ese acabado de pelo lavado con champú convencional, ¿verdad? ¡Pues con el de Kia Ora el pelo se queda exactamente así! Pero sin todos esos químicos y porquerías, es casi magia.
Ahora tengo pelazo. Está muy suave y brillante, suelto… Y me aguanta limpio entre 5-6 días. Además, es como que ha ganado cuerpo. Hace mucha espuma, y el olorcito a lavanda cuando te lo lavas, mmmmmm, es maravilloso.
Por lo que sé, no es cosa de este champú en concreto, este efecto es igual en todos los champús de Kia Ora, ya que tengo otras amigas que se han animado a probar y están también contentísimas. Yo os prometo que no me pagan por decir estas cosas y que he comprado los productos yo misma, pero es que en serio, me parecen una pasada.
Con mi pedido las chicas de Kia Ora tuvieron la amabilidad de añadir unas muestras de su acondicionador sólido y un trocito de jabón (el jabón no aparece en las fotos). ¡También estoy muy contenta con estos productos! De entrada, confieso que yo no soy de acondicionadores, no tengo costumbre al haber llevo el pelo corto tantos años, y también es que ningún acondicionador me dejaba el pelo lo suficientemente bien como para que me compensara usarlo. Ahora puede que incluso me aficione a usarlo en cada lavado, con eso digo todo.
El acondicionador sólido que me enviaron es el Copacabana, y al principio es un poco raro de usar, ya que parece que no se deshace y que no estás aplicando producto, pero sí, jajaja. Gracias a esto, una pastilla te puede durar muchísimo, la mía de muestra apenas parece usada. Yo lo aplico solo en las puntas y luego lo voy distribuyendo a los medios. Se aclara sin dejar residuo ni sensación pesada en el pelo, y me ayuda mucho a la hora de secarme el pelo. Apenas necesito utilizar el secador y el cepillo para que las puntas se queden con la forma correcta.
Tengo el pelo tan bonito que hasta Barbitas se ha dado cuenta, y desde que me lo teñí por última vez, hace más de un mes, el color apenas ha perdido intensidad :D
Si estás pensando en hacer el cambio (¡enhorabuena, natural siempre es mejor!), los productos de Kia Ora pueden ser lo que tu pelo necesita. Tienen champús, acondicionadores y jabones para distintos tipos de cabello y piel, y funcionan de maravilla. Yo tengo claro que he encontrado mi champú ideal.
¡Por cierto! Hoy termina la oferta del bundle de cursos sobre vida saludable y belleza, y si te interesa la cosmética natural, dentro viene un cursito muy interesante sobre el tema, es la última oportunidad para conseguirlo.