El cine nos ha mostrado en muchas ocasiones como sería el mundo en un futuro post apocalíptico. No en balde, los daños en el ambiente se muestran ante nuestros ojos. Las advertencias han sido dadas por los científicos ambientalistas desde hace más de 50 años y eso ha inspirado tanto a escritores de novelas de anticipación, como a guionistas cinematográficos para mostrarnos ese mundo distópico.
El film El día después de mañana presenta un enfriamiento global
Pero, ¿qué tan cerca estamos del momento en que todo se salga de control y el cambio climático sea indetenible? No estamos muy lejos, apenas 14 años para llegar al 2035.
Los objetivos planteados en los Acuerdos de París (2015) están aún lejos de cumplirse. Los expertos no son optimistas, consideran que ya pasó la oportunidad de estabilizar el calentamiento global en 1.5 ºC de temperatura, puesto que habría que tomar una acción radical para la cual parece no existir condiciones y menos interés por parte de las naciones signatarias del acuerdo en la ejecución de medidas efectivas para la reducción de gases de efecto invernadero.
Los efectos del calentamiento global se están manifestando como la intensa ola de calor acontecida durante el 2020 o la repentina borrasca Filomena a comienzos de 2021.
Pero, ¿de dónde sale que el 2035 es el año del punto sin retorno?
La fecha proviene de un estudio realizado en el año 2018 por el trabajo conjunto de investigadores de 2 prestigiosas universidades, Oxford (Reino Unido) y Utrecht (Países Bajos). La estimación se hizo empleando complejos modelos climáticos predictivos. Normalmente las estimaciones tienen un porcentaje de probabilidad de éxito en un 67 % si se reducen a cero las emisiones de gases invernadero, es decir, con todo hay un 33 % de que no surta efecto. Y se llegó a la fecha de 2035 como límite umbral. Nada de lo que se haga después de este punto, en beneficio del ambiente, podrá detener las eventuales catástrofes climáticas.
Entre estos daños ambientales que nos acercan a este umbral, se destacan los siguientes:
Con la destrucción del bosque amazónico menor cantidad de CO2 será reciclada
La continua deforestación, sequías y los incendios incontrolables de la selva Amazónica, la mayor reserva forestal del planeta y depurador del dióxido de carbono acumulado en la atmósfera. Se calcula que se ha perdido un 17 % de lo que existía en 1970.
El aumento de las temperaturas, tanto en el ártico con en el antártico, favoreciendo el derretimiento de los glaciares y el permafrost (suelo congelado de las regiones polares), aumentando el nivel de las aguas, ralentizando las corrientes marinas y liberando el dióxido de carbono atrapado.
Blanqueamiento masivo en la gran barrera de coral australiana por efecto del cambio climático
La reducción de los arrecifes de coral de Australia y el Mar Caribe, afectados tanto por el aumento de la temperatura como por la acidificación de las aguas que provoca el dióxido de carbono.
Hay controversias entre la comunidad científica en cuanto al punto de inflexión, para algunos todavía existen oportunidades para cumplir con los establecido en el Acuerdo de París, para otros, ya hemos pasado por el punto de no retorno.