Cómo ciencia la ecología ha contribuido muchísimo a nuestra comprensión de la biodiversidad y el funcionamiento de los ecosistemas, no por nada se le considera una de las bases del estudio de la naturaleza; pero las ciencias deben estar en un constante estado de escrutinio y renovación, de tal manera que la ecología debe abordar nuevos desafíos que surgen en nuestro mundo moderno.
Y uno de los desafíos más llamativos que plantea el presente es el desarrollo de nuevos ecosistemas en las zonas extensamente urbanizadas de nuestro planeta. Los ecosistemas que la ecología ha estudiado durante décadas existen por interacciones entre las condiciones ambientales de las ecorregiones (incidencia solar, precipitación, estacionalidad) y las características de la biodiversidad que ha evolucionado en dichas regiones durante millones de años.
Contrariamente las condiciones de los ambientes urbanos se han desarrollado rápidamente por la acción modificadora de los seres humanos dando lugar a ecosistemas que se comportan de manera diferente a todos los ambientes conocidos.
Condiciones urbanas
Incluso los parques y áreas delimitadas dentro de las ciudades son gobernadas por las cualidades urbanas.
La principal diferencia que se da entre los ecosistemas naturales y los urbanos es la disponibilidad del terreno y agua. En la naturaleza estos factores obedecen a las características de la topografía, geología e hidrología; pero en los entornos urbanos estas cualidades responden a las necesidades de los humanos, los ríos son desviados para servir como suministro de agua, fuente de energía o desagües; lo que muchas veces compromete la calidad y el caudal de agua limitando su utilidad como ecosistema para peces y anfibios.
De igual manera una vez que el terreno ha sido modificado para dar lugar a calles y edificios disminuye en gran medida la cantidad de vegetación que puede desarrollarse, lo cual recae sobre el resto de la biodiversidad.
Esto causa que la biodiversidad de los ambientes urbanos sea una mezcla heterogénea de aquellas especies de plantas y animales que son capaces de aprovechar mejor los recursos y condiciones que ofrece la ciudad. Las plantas pequeñas y trepadoras que crecen rápido y requieren menos terreno colonizan velozmente el poco terreno disponible, al igual que los animales pequeños que pueden refugiarse entre los edificios o aprovechar las pequeñas zonas de cobertura vegetal.
Esta composición de especies da lugar a una ecología única donde muchos animales pequeños obtienen su sustento de los desperdicios humanos en lugar de la vegetación y los depredadores deben adaptarse al entorno de la ciudad para funcionar de manera efectiva.
Conquistando las ciudades
Los jardines urbanos suelen atraer a una variedad de aves llamativas.
El objetivo principal de la ecología urbana es establecer un vínculo entre la cultura humana y la biodiversidad de la que formamos parte. Si conocemos mejor como la naturaleza florece en las ciudades humanas podemos establecer un estilo de vida que rompa con la separación entre los ecosistemas naturales y urbanos, resultando en un futuro donde el desarrollo humano no esté directamente enfrentado a la biodiversidad.