En el siglo XXI es un compromiso ineludible construir viviendas sustentables resilientes, para lo cual es necesario generar nuevas respuestas eficientes ante el cambio climático. Bajo este contexto y en su visita a la Ciudad de México, la doctora Fionn Stevenson, catedrática de la Universidad de Sheffield, Inglaterra, impartió la conferencia magistral Vivienda sustentable: una experiencia bajo el enfoque social y resiliente.
En conferencia ofrecida en el salón de la nueva sede de Posgrados de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el cual fue organizado por el Programa de Maestría y Doctorado en Arquitectura de la UNAM perteneciente al Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la catedrática presentó el proyecto de investigación BPE (Building Performance Evaluation) que es un método para evaluar el desempeño de los edificios aplicado a una vivienda en el Reino Unido.
Resaltó que reducir el consumo de energía en los edificios es un medio fundamental para hacer frente a la imperiosa necesidad de reducir sus emisiones de carbono en un 90 por ciento, si se quiere frenar el cambio climático. Sin embargo, los edificios utilizan a menudo hasta siete veces más energía que la predicha por el modelo y tienen problemas imprevistos de comodidad también.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, Fionn Stevenson describió el programa BPE como una forma sistemática de medir el comportamiento físico y social de un inmueble al comparar la experiencia del usuario al habitarlo en la forma en que el arquitecto lo ha diseñado. Es una línea de investigación relativamente joven, que se ha desarrollado desde 1970.
"Me interesé en BPE en 1993, después de cuatro años de ejercicio profesional como arquitecta al construir viviendas. Descubrí que las personas no usaban las casas como yo pensaba, y que muchas veces su comportamiento era incluso contradictorio con mis ideas de desarrolladora, esto me dio curiosidad acerca del entendimiento del fenómeno que ocurría", narró.
Detalló que su interés radica en el conocimiento tácito de las personas que tienen una relación con los edificios y los medios para acceder y utilizar el diseño a través de la retroalimentación, con el fin de realizar trabajos de construcción más favorables. "Un aspecto clave es reducir el consumo innecesario de recursos en los edificios en cada nivel y encontrar nuevas maneras de hacer esto".
Resaltó que con el desarrollo del proyecto se identificó que uno de los problemas es que se utiliza demasiada energía, así como recursos y materiales. Es por esta razón que las casas son el mayor reto de la construcción para el cambio climático porque es la producción más fuerte de dióxido de carbono, de esta forma los edificios producirán menos de este gas.
Es necesario señalar que se entiende por resiliencia en la arquitectura aquello que habla sobre principios para el diseño resiliente de una ciudad como la diversidad de sistemas, reducción en la dependencia de carbono, durabilidad de sistemas y estructura de edificios, así como la integración con el entorno.
El reto en México
"México es un lugar ideal para llevar a cabo este tipo de proyecto, está en el tiempo perfecto para hacer esta evaluación porque está en un punto de transición donde hay muchos edificios modernos y se puede comenzar a pensar en forma distinta para construir las casas, además que están con el tema de cambio climático", acentuó la catedrática.
Consideró que se puede hacer BPE en todos los lugares, pero la situación más importante es tener un cliente que esté dispuesto a realizarlo y tener la mente abierta para llevarlo a cabo. Lo importante para México es que sea rentable para las personas que lo hagan.
"Es importante que produzcamos una metodología de BPE que sea rentable, porque es algo que la gente piensa que puede hacer pero no se da cuenta de la dificultad", resaltó.
Durante su visita, la doctora trabajará en un workshop donde tocará el tema de los retos de la casa habitación en México, participará con los estudiantes de la maestría en tecnología de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, así como de licenciatura, donde les dará algunos consejos para establecer esta ética de trabajo.
Hizo hincapié que ya tuvo pláticas con los arquitectos Carlos Mazari Hiriart, director de la Facultad de Arquitectura, Alejandro Cabeza Pérez y Arturo Valeriano Flores. El primer contacto será en el otoño en donde realizaremos una pequeña colaboración con estudiantes y posteriormente haremos un proyecto grande entre las dos universidades (UNAM y Sheffield), además de comenzar a estudiar y analizar el Centro de Ciencias de la Complejidad C3".
Realizar el cambio
Afirmó que la gente necesita voluntad para escuchar, hablar y estar conscientes de que se debe mejorar el mundo y "por eso esta investigación es importante, para ello necesitamos la colaboración, la cual no puede ser impuesta, tiene que ser una meta de los investigadores, de los clientes y diseñadores, es una corporación de tres componentes".
Comentó que realizan paralelamente colaboraciones con el Royal Institute of British Architects, con objetivos que persiguen igualmente la sustentabilidad y la resiliencia.
La apasionada en sustentabilidad señaló que actualmente trabaja con estudiantes de arquitectura con el fin de llevar a cabo proyectos de investigación enfocados con su desarrollo para ayudar en un futuro al medio ambiente. "A cualquier arquitecto le digo que por favor se asegure de que siempre vea qué tan bien está funcionando el edificio que está proyectando, que no se aleje de la vivienda que ha desarrollado. La responsabilidad del arquitecto no termina al entregar la obra, solo empieza otra fase, ahora de la mano del cliente".