¿Qué tienen en común Zúrich, Singapur y Estocolmo? Que las tres encabezan el ranking a nivel mundial de ciudades más sostenibles. Y teniendo en cuenta que el 54% de la población mundial vive en áreas urbanas (una cifra que asciende hasta el 75% en el caso de España), nos encontramos con la necesidad de tomar acciones que ayuden a combatir el cambio climático desde el mismo corazón de la ciudad.
¿Y qué medidas son?
Construcciones modulares
La arquitectura modular permite reutilizar y reubicar un edificio, lo que permite combatir el fuerte impacto sobre el entorno de la construcción convencional. Por una parte, los módulos prefabricados se fabrican en un lugar cerrado, donde no se emiten residuos al exterior y donde todos los procesos están controlados.
La construcción tradicional, en cambio, emitirá residuos, ruido y dejará una huella imposible de borrar. ¿Y qué pasa con estos edificios cuando ya no se les va a dar uso? La realidad es que las ciudades españolas están plagadas de naves industriales y oficinas abandonadas. Con la arquitectura modular es posible reubicarlas donde sea necesario y cuando sea necesario, sin volver a dañar el entorno.
Sanitarios portátiles
El wc quimico es una herramienta imprescindible para prácticamente cualquier evento que se celebre en la ciudad: fiestas populares, festivales, conciertos, comidas vecinales, eventos deportivos… La lista es infinita, pero todas estas actividades tienen en común su potencial para atraer a la población.
Para evitar acciones insalubres y que se “construyan” aseos alternativos en callejones y portales, la instalación de estos sanitarios portátiles es obligatoria. Además, son cabinas completamente independientes de la red de alcantarillado, por lo que son sistemas válidos para cualquier ubicación y limpios.
Transporte
El tráfico y la congestión de las carreteras y áreas metropolitanas de las grandes ciudades son un problema tanto medioambiental como relacionado con la calidad de vida de sus habitantes.
Una ciudad sostenible debe apostar por métodos de transporte sostenible, como los servicios públicos y otros métodos alternativos. Incentivar el uso de la bicicleta, crear carriles bici seguros, mejorar la red y frecuencia de metro, tranvía y autobús, concienciar sobre la necesidad de comparte vehículos…
Estos son solo algunas de las necesidades más urgentes. Algunas ciudades ya incluso restringen el acceso de vehículos al centro en días donde los niveles de contaminación son especialmente altos. ¿Y a nivel particular? Todos podemos apostar por los coches eléctricos.
Gestión de residuos
Las ciudades pueden convertirse en uno de los mayores focos de contaminación si no hacen una gestión eficaz e inteligente de sus residuos. Este es uno de los principales retos.
No solamente hay que concienciar a la población y a las empresas sobre la necesidad de reciclar y separar residuos de forma adecuada, sino que también es responsabilidad de cada administración ceder las herramientas necesarias para que eso sea posible. El sistema de recogidas de basura y los servicios de limpieza cumplen un papel crucial en cuidar la salubridad de las ciudades.
Energía
A mayor uso de fuentes de energía, mayor emisión de CO2 a la atmósfera. Hay que fomentar el uso de energías renovables, así como intentar reducir el consumo global de energía con medidas como mejorando el rendimiento energético de electrodomésticos y viviendas.
Todas estas medidas, y otras muchas más, ayudan a construir una ciudad más sostenible. Es decir, una ciudad que ofrece calidad de vida a sus habitantes sin poner en riesgo los recursos, que vela por el bienestar de la humanidad futura y procura la justicia social.