La primera planta industrial del mundo que en vez de producir CO2 lo capturara del ambiente comenzara a funcionar este 31 de mayo.
La empresa suiza Climeworks utilizara por primera vez a gran escala una nueva tecnología capaz de capturar el CO2 para luego poder utilizarlo para producir hortalizas y verduras en un invernadero cercano.
Este será el primer negocio del mundo en vender dióxido de carbono extraído de su entorno utilizando una tecnología llamada captura directa de aire, que es capturar el tipo de carbono emitido por los coches, aviones y trenes.
La compañía tiene la intención de mostrar que no sólo que su tecnología funciona sino que el carbono capturado también tiene valor comercial como abono para las plantas, combustible o incluso para gasificar refrescos.
La planta está diseñada para capturar 900 toneladas métricas de emisiones de gases de efecto invernadero, el equivalente a 200 coches por año.
Cómo funciona el dispositivo capturador de CO2.
El dispositivo captura el dióxido de carbono mediante el uso de un filtro absorbente dentro del colector de aire. Luego dicho filtro se calentaron a 100 ° C con el calor residual de una unidad de incinerador de residuos de una empresa vecina y esto posibilita liberar el dióxido atrapado para poder ser envasado o reconducido al invernadero. El dióxido de carbono liberado se bombea a continuación a un invernadero operado por otra compañía para “mejorar el crecimiento de verduras y hortalizas en un hasta 20 por ciento”, según un comunicado de prensa brindado por la empresa.
De acuerdo con los científicos del clima, las denominadas tecnologías de emisiones negativas – que eliminan los contaminantes del aire son cruciales para mantener el aumento global de la temperatura a no más de 2 grados centígrados.
Un estudio estima que, para evitar este aumento a finales de siglo, este nuevo tipo de tecnología debe aumentar para lograr capturar 5 mil millones de toneladas de CO2 al año de aquí al año 2050. Eso es aproximadamente el doble de la cantidad absorbida por todos los océanos del mundo.
“Si queremos hacer esto a mediados de siglo, no sólo tenemos que empezar a desarrollar estas tecnologías, sino que hay que implementarlas y expandiralas. Eso es lo que vemos como nuestra principal función “, dijo Jan Wurzbacher, co-fundador de la empresa. La empresa fue fundada en colaboración con Christoph Gebald en 2009 en la Universidad ETH Zurich.
Desarrollaron su proceso en colaboración con los Laboratorios Federales Suizos de Ciencia de los Materiales y Tecnología.
La puesta en marcha ha supuesto más de $ 7 millones de euro aportados por Kick Fondos de capital riesgo, Gebert Ruf Stiftung, la Stiftung Vigier y ClimateKIC, inversores privados y también el gobierno suizo aporto para varios proyectos, incluyendo su nueva planta.
El Climeworks tiene el ambicioso objetivo de capturar un 1 por ciento de las emisiones globales de CO2 para el 2025. Esto requeriría más de 750.000 plantas modulares en funcionamiento.
Para llegar allí, tienen que reducir los costos de fabricación y lograr muchos más clientes.
Según la compañía, el CO2 capturado se vende al invernadero a precio de mercado, pero esto no alcanza para cubrir el precio de la fábrica, los costes de investigación y desarrollo. La compañía estima que su próxima fábrica costará alrededor de $ 2 millones.
A pesar de que la captura de aire directa es una gran promesa, expertos de la industria y el clima también hicieron hincapié en que la reducción de las emisiones sigue siendo un obstáculo importante al que se debe dar prioridad por delante de estas tecnologías.
Es demasiado pronto para saber si la remoción de carbono será suficiente para lograr hacer algún impacto en el cambio climático.
Este es un contenido original de Ecocosas