A menudo me preguntan qué receta uso, la verdad es que no tengo una fija, hay varias que me gustan y voy intercalando en función de los ingredientes que tenga en casa y de lo que me provoque en el momento de prepararla.
Para ser honesta, no tiendo a usar mucho enjuague bucal, no lo siento necesario, con la pasta dental ya siento que estoy bien. Pero a veces sí que me gusta tener ese aliento extra refrescante, especialmente antes de irme a dormir.
Pero ¿por qué cambiarme a una alternativa natural?
• Reducción de residuos y ahorro de dinero: si eres comprador habitual de enjuague bucal, la cuenta debe ir más o menos así: el envase promedio trae 500ml, cada vez que lo usas gastas unos 15ml, seguramente lo utilizas 2 veces al día, esos son 30ml al día, lo que significa que un frasco de medio litro te durará uno 15 días más o menos, usándolo solo tú.
Además del dinero que estás gastando, estarías usando 24 envases plásticos al año. Imagínate entonces poder reducir de tu basura 24 envases plásticos con solo hacer este pequeño gran cambio. Y acá estoy hablando solo de ti, para una familia promedio de 4 personas, el impacto sería aún mayor.
• Ingredientes naturales: Saber qué le estás metiendo a tu cuerpo es algo que, para mi, no tiene precio, cuerpo solo hay uno y hay que cuidarlo. Sé honesto contigo, ¿has revisado los ingredientes de tu enjuague bucal? ¿sabes realmente qué es cada uno?
Si echas un ojo por internet, seguramente te conseguirás con un montón de recetas de diferentes… eso no significa que una sea mejor que otra, desde mi punto de vista, es cuestión de gustos, lo importante es conocer los ingredientes y las propiedades de cada uno. También te recomiendo ir probando, cambiar las proporciones, los ingredientes y descubrir cuál te va mejor.
Los ingredientes que yo uso y sus propiedades:
• Árbol de té: anticéptico, antibacterial, antifúngico.
• Menta: antifúngico, y claro, sabe muy rico, ¿o no?
• Canela: detiene el crecimiento de bacterias, tiene propiedades antimicrobianas. El sabor también es ¡riquísimo!
• Clavos de olor: altamente conocidos por aliviar el dolor de muela, son anticépticos y ayudan a combatir infecciones bucales.
• Bicarbonato de soda: limpiador, neutraliza la producción de ácidos, anticéptico.
• Aloe vera: antibacterial y antifúngico.
• Romero: antiséptico, posee saponinas que ayudan a limpiar, ayuda a reducir inflamaciones y yagas.
Toma en cuenta que estos son los ingredientes que yo más uso y los que más tiendo a tener a mano, puede que en tu caso tengas preferencia hacia otros ingredientes. A mi me gusta guiarme por las recetas de esta página. Vamos entonces con ¡las recetas!…
A mi parecer, el que sabe más rico, me recuerda a mi niñez y al chicle de canela. Si tienes niños, esta receta ¡les va a encantar!
Ingredientes:
• 1 taza de agua
• 1 cucharadita de clavos de olor (yo uso clavos enteros y los machaco un poquito)
• 1 cucharadita de canela molida
• 5 gotitas de esencia de menta… ¡no te olvides!
Instrucciones: Mezcla bien todos los ingredientes, deja reposar por unos 20-30 minutos. Cuela (te recomiendo usar una tela delgada y colar 2 veces) y almacena en un frasco de vidrio.
Este es ¡mi favorito! quizás sea porque el sabor se acerca más a mi receta de pasta dental. Lo cierto es que se siente muy fresco.
Ingredientes:
• 1 taza de agua (recién hervida)
• 1 cucharadita de bicarbonato
• 5 gotitas se esencia de menta
• 5 gotitas de esencia de árbol de té
Instrucciones: Mezcla bien y almacena en un frasco de vidrio.
¡No te asustes! no sabe a aloe… de hecho, todo el sabor se lo da la menta, del aloe simplemente estás aprovechando todas sus super propiedades.
Ingredientes:
• 1 taza de agua (recién hervida)
• 1-2 cucharadas de gel de aloe vera (fresco y limpio)
• 10 gotitas de esencia de menta (te recomiendo usar menos si te gustan los sabores suaves)
Instrucciones: Asegúrate de que el aloe vera esté bien limpio. Córtalo en trozos pequeñitos o preferiblemente, pásalo por el procesador de alimentos o batidora de mano. Mezcla bien todos los ingredientes, deja reposar por unos 20-30 minutos. Cuela y almacena en un frasco de vidrio.
Entre más romero le pongas, mejor sabrá. De ser posible, te recomiendo usar romero fresco.
Ingredientes:
• 1 taza de agua (recién hervida)
• 2 cucharaditas de romero seco o 3-4 ramitas de romero fresco
• 4-6 clavos de olor (yo uso clavos enteros y los machaco un poquito)
Instrucciones: Mezcla bien todos los ingredientes, deja reposar por unos 20-30 minutos. Cuela y almacena en un frasco de vidrio.
Ninguno de estos enjuagues bucales requieren refrigeración, pero sí te recomiendo que procures usarlos en menos de 2 semanas. Si crees que tardarás más que eso, mejor refrigera.
¿Por qué agua y no alcohol?
La mayoría de los enjuagues bucales comerciales contienen alcohol, específicamente ethanol, pero la verdad es que no hay ningún estudio científico que demuestre que un enjuague bucal es más eficaz con cierto grado de alcohol.
Hasta hace unos años el uso del enjuague de bucal se recomendaba en casos puntuales, no para uso cotidiano. Te puedo decir que durante todos los años que viví con mi familia, en nuestra casa no se compraba enjuague bucal a menos que nos lo recetaran por algo específico.
Muchas personas tienden a asociar el picor del enjuague bucal o de la pasta dental con la eficacia del producto (David es uno de ellos) pero el uso del alcohol puede ocasionar dolor o incomodidad, lesiones en las mucosas y sequedad por falta de salivación. Por cierto que un buen nivel de salivación ayuda a evitar el mal aliento ya que los restos de comida y bacterias no se queden por mucho tiempo en la boca, evitando las caries.
En general, según lo que he estado leyendo, no se recomienda el uso de enjuagues bucales con alcohol… y mucho menos en niños.
El alcohol en los enjuagues bucales incluso ha sido asociado con el riesgo de contraer cáncer oral, aunque es un tema muy debatible, lo cierto es que, un enjuague bucal está lleno de sustancias químicas que, desde mi punto de vista, podemos y deberíamos evitar.
Yo prefiero el enjuague bucal hecho en casa, ¿y tú?