Las ecoetiquetas son voluntarias, es decir, el dueño del producto decide si ponérselas o no pero colocarles las pegatinas de color verdes están obligadas por ley, por ejemplo, en América del Norte los electrodomésticos y automóviles utilizan Energy Star. Son una forma de medición de la sostenibilidad dirigida a los consumidores.
El principal objetivo de estas pequeñas etiquetas es mostrarle a las personas que alimentos fueron elaborados sin fertilizantes, pesticidas, sustancias químicas ni diferentes tóxicos.
También afirman y garantizan el cumplimiento de un conjunto de prácticas o los requisitos mínimos para la sostenibilidad o la reducción de los daños al medio ambiente. Muchos ecoetiquetas se centran en minimizar los impactos ecológicos negativos de la producción primaria o la extracción de recursos en un sector o producto determinado a través de un conjunto de buenas prácticas que se capturó en un estándar de sostenibilidad.
Estas etiquetas están a cargo de organismos independientes los cuales a través de un proceso de verificación y certificación, afirman que una granja, huerta y otros establecimientos puedan demostrar que cumplen con un estándar y así ganarse el derecho a vender sus productos como ecológicos.
Existen sistemas de etiquetado ecológico tanto para los vegetales como para la carne. Ambos sistemas fueron iniciados por organizaciones no gubernamentales , desde entonces, la Unión Europea ha desarrollado una legislación para la conducta de ecoetiquetado y también han creado sus propias etiquetas ecológicas.
Hay que tener mucho cuidado con las etiquetas falsas, muchos comerciantes, sabiendo que la gente busca alimentos ecológicos le pone etiquetas falsas y eleva el precio de ese alimento. Para evitar esto debemos ir siempre a lugares de confianza y con muchos años de experiencia.
Las etiquetas no solo se aplican a alimentos, también pueden estar en maderas. La madera que tienen ecoetiquetas que indican que es de origen ecológico, proviene de bosques con manejo sostenible de conformidad con las normas reconocidas internacionalmente
Los consumidores pueden optar por comprar madera ecológica contribuyendo con la deforestación en todo el mundo.
También existen etiquetas ecológicas en muchos aparatos de consumo eléctrico indicando si son o no artefactos que ahorran energía.
En conclusión, si quieres dejarle a las generaciones que vendrán un planeta sano, puedes ayudar muchísimo comprando cosas de origen ecológico, ya sea alimentos como electrodomésticos. Es un gran paso para salvar nuestro planeta y realizando estas simples acciones ayudas mucho.