Sin embargo, en un planeta en el que convivimos casi 8.000 millones de personas, el poder contaminante personal es equiparable al de las industrias y en nuestras manos está contribuir de una forma importante a su mejora. Te dejamos algunos consejos fáciles de seguir.
Cinco consejos fáciles de llevar a cabo
Reducir el consumo de energía Es de suma importancia y lo podemos hacer fácilmente. Es solo una cuestión de hábitos.
Compartir el transporte o usar el público, poner los electrodomésticos como lavadoras y lavavajillas a plena carga, cambiar las bombillas por otras de led, apagar las luces cuando son innecesarias... son todo cosas sencillas que hacemos y usamos a diario y que, además de beneficiar el medio ambiente, suponen un ahorro inmediato,
Evitar el uso de productos en difusores que contienen Cfcs La mayor parte de los productos en espray contienen gases, cuya dispersión en el aire afecta a la destrucción de la capa de ozono. Son los gases con efecto invernadero y que normalmente pueden ser sustituidos por otro tipo de aplicación.
Reciclar los consumibles No nos referimos aquí solo a la separación habitual, ya que debería ser una obligación de todos, de los residuos en vidrio, plásticos, cartón y orgánicos, sino a otros productos como las pilas o el aceite que tienen sus sistemas de recogida o, como es el caso de la recogida de toner usados y otro tipo de residuos que tus actividades profesionales, domésticas o empresariales generan y que, teniendo en cuenta que no hace falta que seas el jefe para sugerir esta idea en tu oficina, puede contribuir de una forma notable a tener un mundo más saludable.
Convertir tu basura en abono Diariamente, tiramos toneladas de basura de productos orgánicos a la basura en todo el mundo. Toneladas que se convierten en grandes vertederos donde el proceso de descomposición emite gases nocivos a la atmósfera. Su reducción comienza en la compra, optimizando la misma y comprando aquello que se va a consumir necesariamente. Sin embargo, siempre se genera un residuo que puedes convertir fácilmente en abono para tus plantas, el jardín o un huerto, mediante un fácil sistema de compostaje casero.
Fíjate en los certificados de los productos que compras La mayoría de los productos presentan una abundante información, obligatoria en la CEE, sobre sus propiedades, composición y uso. Fíjate bien en sus etiquetas y decídete por la compra de aquellos menos contaminantes, con mayor eficiencia energética o su procedencia de materiales reciclados.
Un último detalle importante es que procures informarte sobre las empresas de los productos que consumes. Hoy, casi todas tienen amplia información en sus webs sobre su compromiso con la denominada Responsabilidad Social Corporativa, RSC, que te será de gran utilidad para contribuir a la mejora del medio ambiente y otros aspectos sociales importantes.