Últimamente surgen tantas marcas y tiendas de cosmética ecológica que se corre el riesgo, sobre todo si se es una apasionada incorregible de este tipo de productos (como es mi caso) de perderse entre tanta novedosa tentación. Y yo, ¿Qué le voy a hacer? no lo puedo evitar, reconozco que me pierde, me pierdo, me vuelvo un poco loca (como suele decirme una buena amiga mía), peligrosamente loca, porque quiero probarlo todo, quiero comprarlo todo y muchas veces tengo que controlarme y decirme a mi misma: ¡para para!!! A veces lo consigo, a veces no…
Reflexiones personales a parte, hoy os quiero hablar de mi nuevo y reciente descubrimiento, un producto de la marca Dhyvana, que me tiene enamorada y que compré en la web de Amparo Cerezuela. La tienda online (y la física, porque en ambas podemos encontrar a la venta los mismos productos) de Amparo es de esas que te incita a la locura, a perderte entre sus marcas muchas de ellas con una pinta tremenda e irresistible. Si estáis por Valencia o sus alrededores tenéis la opción de pasaros a verla físicamente, con la suerte añadida de poder asistir a su Centro de estética ecológica y probar alguno de sus tratamientos faciales y corporales con cosmética ecológica y técnicas no invasivas. ¡Ay si yo, viviera en Valencia…! (aunque yo soy valenciana de nacimiento y tengo mucha familia por allí, así que igual en alguno de mis viajecitos me paso a visitar a mi tocaya).
Dhyvana es una marca certificada por el BDIH, que se presenta como la alternativa natural de la cosmética tradicional, con una gama de productos para el cuidado facial (cinco de momento) y tres de la gama solar, libres de toxinas ni productos químicos que sobrecarguen y agraven el envejecimiento de nuestra piel. Con fórmulas no grasas que sobre todo hidratan, pero que además nutren y que incorporan antioxidantes naturales, vitaminas, ácidos grasos y polifenoles que nos ayudarán a contrarrestar los efectos de los radicales libres. El producto del que os quiero contar mi impresión personal es el protector solar spf 30, que ya os adelanto, ¡me encanta!
¿QUÉ NOS DICE LA MARCA SOBRE EL PRODUCTO?
Protege la piel del Sol con nuestro protector solar libre de filtros químicos: una fórmula totalmente natural con una barrera 100% mineral de uso diario. Sin nanopartículas, sin parabenos ni otros aditivos sintéticos. Su textura no grasa funde perfectamente con la piel dejando un color luminoso y saludable. Súper ligero y delicioso, para que te protejas tu piel del Sol cada día. Apto para pieles sensibles testado bajo control dermatológico.
Nuestro filtro solar 100% mineral es un protector de barrera de amplio espectro, protegiendo de la radiación UV-A, UV-B y de la radiación infrarroja. Para que además te aporte hidratación y nutrición, nuestro SPF30 cuenta con una base hidratante de aloe vera y aceites secos, perfectos para que lo puedas usar cada mañana. hemos añadido aceite ecológico de frambuesa. Este aceite es un fotoprotector de amplio espectro UV y además contiene tocoferoles, agentes antioxidantes naturales y muy efectivos, protegiendo tu piel de la aparición de radicales libres y del estrés oxidativo.
Finalizamos esta fórmula única con un toque de color para que funda perfectamente con todos los tonos de piel, sin dejar aporte graso y aportando luminosidad.
Nuestros productos están libres de parabenos, siliconas, parafinas y otros derivados del petróleo. No contienen aditivos ni perfumes o colorantes artificiales. Para garantizarte la calidad y el origen natural todos nuestros productos están certificados por el estándar internacional BDIH* como orgánicos con ingredientes de cultivo ecológico.
INCI: Aloe barbadensis Leaf Juice*, Caprylic/capric Triglyceride, Titanium Dioxide, Maltodextrin, Propanediol, Decyl Oleate, Alcohol*, Mica, Zinc Oxide, Cetearyl Alcohol, Polyglyceryl-6 Distearate, Coco-caprylate, Rubus idaeus Seed Oil*, Bisabolol, Alumina, Stearic Acid, Glyceryl Caprylate, Cetearyl Glucoside, Tocopherol, Polyglyceryl-3 Beeswax, Xanthan Gum, Glycerin*, Aqua, Cetyl Alcohol, Glyceryl Undecylenate, Citric Acid, Sodium Citrate, Phytic Acid, Benzyl Alcohol, Sodium Benzoate, Potassium Sorbate, Parfum**, Farnesol, Linalool, Limonene, CI 77891***, CI 77492***, CI 77491***, CI 77499***.
* Procedente de agricultura ecológica.
** Procedente de aceites esenciales naturales.
*** Pigmentos minerales.
MI OPINIÓN SOBRE SU COMPOSICIÓN
Destaca sobre todo el Jugo de Aloe Vera orgánico en primer lugar como la base para el resto de los ingredientes, y luego el aceite de semilla de frambuesa (Rubus idaeus Seed Oil), muy nutritivo y de rápida absorción, al que ya de por sí y debido a su composición, se le otorga cierta protección solar. Además este aceite es rico en vitaminas A, E y C, omegas 3 y omegas 6 y ácido elágico, un compuesto antioxidante potente con efecto anti-envejecimiento, que también inhibe la formación de manchas solares y de edad. Su forma de actuar es interesante: bloquea las enzimas que descomponen el colágeno en las células dañadas de la piel, es decir, que evita la destrucción del colágeno que aparece durante el envejecimiento y que causa las arrugas.
Es importante el hecho de que en el propio envase ya se especifique la ausencia de nanopartículas. Si no recordáis o no sabéis de que va la controversia respecto al uso de las nano junto al óxido de zinc y/o al dióxido de titanio, os aconsejo echarle un vistazo a este post o a este otro que en su día escribía Natalia explicándonos algunas dudas que puedan surgirnos sobre los filtros físicos y la protección solar.
MI EXPERIENCIA CON EL PRODUCTO
La propia marca considera esta crema como un protector solar y está claro que es su peculiaridad más destacada. Pero para mí es mucho más que eso. Para mí es una crema que te protege el rostro, cuello y escote del sol (con un factor de protección considerable si las comparamos con el factor que suelen llevar las cremas con color, o las bb cream), pero que además te hidrata, te nutre y no solo no te deja la piel blanca con el odiado efecto “casper” tan típico de los filtros físicos, sino que además te aporta un muy tenue y discreto color que casi no se nota (y eso que soy muy blanquita de piel), pero que se agradece y sobre todo que creo contrarresta el efecto blanquecino.
Además se extiende y absorbe a la perfección (la textura es ligera, liviana), quedando totalmente fundida con la piel. No engrasa nada, pero nada de nada (vale que mi tipo de piel es seca, pero aun así sé perfectamente reconocer cuando un producto deja más residuo graso en la piel que otro). Y este es de los que “ni rastro…”
Es curioso, desde que me la compré la he utilizado todos los días, sin falta. Me la aplico incluso algunos días dos veces: la primera por la mañana antes de ir al gimnasio (mato dos pájaros de un tiro, por un lado voy protegida del sol para evitar que me salgan manchas en la cara ya que el trayecto a pie es prácticamente soleado y por otro lado sin ir maquillada, consigo buena cara al instante) y para ir a trabajar después de comer me la vuelvo a poner debajo de la bb cream, cc cream que decida usar, o incluso las mezclo entre sí. Y los fines de semana si me maquillo, me la pongo como base debajo del maquillaje.
No se cómo funcionará en pieles mixtas y grasas, ni si su hermana mayor de la misma marca pero con un SPF 50 (que también está disponible en la web de Amparo) me convencerá de igual manera, aunque presiento que sí (estoy deseando probarla de cara a la primavera)
PACKAGING Y PRECIO
El envase de plástico es de 50 ml y como la crema cunde, seguro que el envase dura bastante. Es muy cómoda de aplicar con ese extremo afilado para que se dosifique mejor.
Podéis comprarla en la web que os comentaba más arriba de Amparo Cerezuela, por 18,50 euros (además si echáis un vistazo a sus marcas, veréis que tienen algunas bastante desconocidas y atractivas y podéis aprovechar el envío para probar alguna que otra cosita más utilizando el cupón de descuento del 10% (durante un año) que se os enviará con la primera compra, en todos los productos de la tienda online.
Y ya para acabar, como siempre termino analizando...
¿Qué le pido yo a mi protector solar facial ideal?
Que el filtro sea cien por cien mineral, sin ningún tipo de químicos nocivos para la salud (libre de parabenos, siliconas, parafinas y otros derivados del petróleo, ni aditivos ni perfumes o colorantes artificiales: lo cumple
Que tenga certificado orgánico: lo cumple
Que además de protegerme del sol ayudándome a prevenir las manchas faciales sea hidratante y nutritiva para mi piel: lo cumple
Que el factor de protección sea considerable (mínimo un spf 30, aunque si puede ser de 50 mejor): lo cumple a medias
Que se absorba bien y no me deje sensación grasa después de aplicármelo en la cara: lo cumple
Que el rastro blanquecino (“efecto casper) sea el mínimo o inexistente: lo cumple
Que huela bien: lo cumple. No se explicar a que huele, pero es agradable y muy sutil.
Por eso, mi nota esta vez es de un:
9,5
¿Y vosotras? ¿Habéis probado algún producto de la marca Dhyvana? ¿soléis usar alguna crema para la cara con color y que además tenga protector solar? Contadnos, contadnos…