Esta espuma proviene de los vertidos industriales y de los residuos de las viviendas, que desembocan en el río Adyar y terminan en el mar.
La planta de tratamiento de aguas residuales puede retener una cierta cantidad de agua, pero durante la temporada de monzones se producen fuertes lluvias, lo que reduce la capacidad de la planta.
Parte de las aguas residuales no tratadas y ricas en fosfatos, con las fuertes lluvias, terminan en el río y, en consecuencia, la mezcla tóxica es transportada por la corriente del río hasta el mar, cubriendo los 13 kilómetros de playas frecuentadas por muchos turistas y lugareños cómo lugar de recreo.
Este proceso se conoce como eutrofización, sucede mayormente por el uso de detergentes los cuales contienen fosfatos, estos al terminar en el agua aparte de la espuma, producen un crecimiento excesivo de algas, una baja concentración de oxigeno y muerte de peces, entre otros efectos.
A pesar del mal olor, muchos niños e incluso adultos fueron a jugar, bucear y nadar en la suave y blanca espuma que flotaba en el agua y que también volaba suspendida en el aire.
Ninguna autoridad ni sanitaria, ni de orden publico prohibió que miles de personas se expusieran de forma inconsciente e innecesaria a las altas concentraciones de fosfatos en el agua.
Es sabido que los fosfatos pueden causar desordenes digestivos importantes y descalcificación en los niños.
No es la primera vez que se produce este fenómeno, ya que en 2017 la espuma tóxica del mar causó la muerte de miles de peces.
Ecologistas y ambientalistas han insistido en la necesidad de adaptar las plantas de tratamiento de aguas residuales para que estén diseñadas para soportar y almacenar el exceso de agua durante la estación de los monzones.
Además de la pesada contaminación del agua que se ha vuelto recurrente en la India, el aire también se está volviendo cada vez más irrespirable, hasta el punto de que en Nueva Delhi es un éxito el nuevo Oxygen bar, un lugar donde los ciudadanos pagan por inhalar oxigeno puro, y se vende como una dosis de salud.
La contaminación sigue su camino de destrucción y si no hacemos nada lo único que logramos es comprometer la salud de los seres humanos, de los seres vivos y del planeta en general.
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