1. Reducir su consumo.
2. El uso de electrodomésticos eficientes.
3. Una jardinería de bajo consumo de agua.
4. Empleo de contadores individuales.
A continuación se detallan cada una de estas prácticas de manera detallada.
Reduciendo el consumo de agua
El consumo de agua caliente sanitaria puede reducirse empleando aparatos de una mayor eficiencia y mediante un mantenimiento que evite fugas accidentales de agua. Reducir este consumo no sólo ahorra agua, sino también ahorra la energía para calentarla.
En usos no sanitarios, el consumo de agua potable puede suprimirse si se reutilizan aguas residuales, previamente tratadas, que pueden emplearse en sistemas que no requieran una gran calidad en el agua, instalación contra incendios, refrigeración o riego.
Las instalaciones de abastecimiento de agua pueden ser más sostenibles si empleamos materiales más ecológicos. En el caso de las tuberías, los plásticos vuelven a ser preferibles a los metales por su resistencia a cualquier tipo de agua, su poca rugosidad, su menor conductividad térmica, su colocación sencilla y sus uniones estancas. Los plásticos más interesantes serían los polietilenos y los polipropilenos. Los metales más nocivos serían el cobre, el más empleado, y el plomo, muy desaconsejable por su toxicidad y peligrosidad.
Sistemas ahorradores de agua
Si hablamos de instalar grifos o inodoros nuevos existen, en el mercado multitud de casas comerciales que incluyen en sus catálogos elementos con sistemas de ahorro de agua. Si, por el contrario, el elemento ya está instalado, podemos colocar dispositivos ahorradores de fácil instalación.
Usando electrodomésticos eficientes
Gran parte de los servicios que demandan agua de nuestras viviendas son los electrodomésticos, en especial los lavavajillas y las lavadoras. El mercado ha desarrollado equipos de mayor eficiencia que pueden alcanzar ahorros de agua y de energía interesantes.
Los sistemas que incorporan los electrodomésticos para conseguir un uso más eficiente del agua pueden ser mecánicos (válvulas antirretorno, sistemas de corte, filtros) o bien electrónicos (que optimizan el lavado).
Una jardinería que consume menos agua
La implantación de un urbanismo basado en viviendas unifamiliares, adosadas o pareadas con espacios ajardinados, unido a una climatología de veranos secos y calurosos, aumenta de forma sustancial nuestras necesidades de agua para riego.
La xerojardinería permite diseñar jardines agradables y que consuman menor cantidad de agua, adaptándose al clima y a las condiciones del entorno.
Una jardinería sostenible conlleva:
- Diseño de la vivienda bajo criterios de ahorro de agua
- Estudio de las características del suelo
- Empleo de menos césped
- Usar Plantas con menor necesidad de riego
- Instalación de sistemas de riego eficientes: Riego localizado, goteo, sistemas de regulación de caudal o programadores de riego
- Realizar un adecuado mantenimiento
La utilización de las aguas grises y de lluvia
Otra de las opciones para el ahorro de agua sería la utilización de las aguas grises y de lluvia.
El diseño de las redes de saneamiento de las ciudades aúna en una misma conducción todas las aguas sobrantes sin distinción de aguas de lluvia, aguas grises o aguas negras. Aguas con distintos grados de contaminación que pueden, con tratamientos dispares, fomentar el ahorro. Todas ellas desembocan en las depuradoras, lo que hace que en períodos de muchas lluvias los sistemas de depuración se vean desbordados vertiendo directamente sobre los cauces de los ríos, con el evidente riesgo de contaminación.
Una opción muy interesante sería diseñar sistemas separativos de saneamiento de aguas, desde la construcción de los edificios hasta las redes municipales. Así, las aguas grises y de lluvia podrían encauzarse en la misma conducción y emplearse para riego, inodoros, limpieza de calles o bien vertido directo a los cauces. Mientras que las aguas negras, mucho más alteradas, deberían llevarse a la depuradora para su posterior tratamiento.
En las viviendas (especialmente en chalets y adosados) podemos utilizar técnicas de aprovechamiento de las aguas pluviales para lo que necesitaremos conducir el agua recogida en cubiertas, terrazas, etc., a un depósito desde el que se distribuye a diversos usos.
Fuente: Guía de Construcción Sostenible. Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS)
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