Vamos a detallaros la receta de jabón para lavar la ropa a través de aceites usados. Es la mejor forma de reciclar el aceite que usamos y así evitamos la contaminación tan alta que produce el vertido de estos restos en el medio ambiente (1 litro de aceite puede contaminar 1.000 litros de agua).
Además resulta muy barato y divertido. A nosotras nos encanta ver como a raíz de unos aceites sucios y pestosos podemos crear un producto que nos sirve para lavar. Es la magia de la naturaleza. Bueno, vamos con la receta:
¿Qué necesitamos?
1 kg de aceite de freír usado (de oliva, girasol o mezcla de ellos).
150 g de sosa.
380 g de agua potable.
¿Cómo se hace?
Primero colaremos el aceite muy bien con un colador de tela para que esté lo más limpio posible.
Para quitarle el mal olor lo calentamos con la corteza de un limón y una rama de tomillo o romero.
Lo dejamos que se enfríe y lo volvemos a filtrar.
Nos ponemos como siempre guantes, mascarilla y gafas protectoras, trabajaremos con sosa y desprende vapores tóxicos.
Prepararemos la lejía vertiendo la sosa encima del agua y removemos lentamente (con algún utensilio de acero inoxidable) hasta que se haya disuelto por completo.
Dejamos que se enfríe hasta que tenga la misma temperatura que el aceite. Nosotras esperamos a que baje hasta los 50ºC. Como el aceite lo hemos calentado estará templado también. Para este paso necesitarás un termómetro de laboratorio (de esos que llegan hasta 110ºC). Nota: si no tienes termómetros especiales puedes dejar que ambos líquidos se enfríen hasta que estén ambos a temperatura ambiente (los puedes dejar toda la noche y prepararlo por la mañana).
Ya están los dos líquidos a la misma temperatura, así que vertemos la lejía (agua+sosa) encima del aceite, nunca al revés, y removemos lentamente.
A continuación introducimos la batidora en el fondo del recipiente y la accionamos a la velocidad más baja. No levantarla en ningún momento, puede salpicar y el ph es muy alto pudiendo irritarnos la piel o dañarnos los ojos.
Cuando hayamos comprobado que el aceite se vuelve todo blanco podremos ir removiendo en círculos pero sin levantar la batidora.
Si no queda nada de aceite libre sin saponificar (convertido en jabón) es el momento de verterlo en el molde. Se puede usar cualquier recipiente de cocina. Los ideales son esos de silicona de repostería que se desmoldan muy fácilmente.
Cubrimos y tapamos el molde con una toalla o manta y lo dejamos reposar durante 1 día completo. Al día siguiente ya lo podremos desmoldar.
Ahora podemos hacer dos cosas, o cortamos toda la barra en tacos para dejar el jabón en pastillas sólidas, o cortamos los jabones que vayamos a usar y el resto lo picamos para hacer detergente líquido.
Los tacos de jabón los dejaremos reposar en algún sitio ventilado durante 30-40 días. Pasado este tiempo el ph y la humedad del jabón se equilibrarán y quedarán aptos para su uso.Estas pastillas de jabón las puedes usar para lavar la ropa a mano que está muy sucia, frotando directamente sobre las manchas, o la puedes derretir también después para hacer el detergente líquido. Te explico cómo se hace:
Jabón líquido
¿Qué necesitamos?
300 g del jabón picado.
Agua potable, la que necesite el jabón.
Un vaso de suavizante para la ropa.
¿Cómo se hace?
Picas el jabón muy fino. Si lo has hecho después de reposar el jabón las 24 horas no te costará hacerlo porque aún es blando. Pero si lo vas a picar de una pastilla de jabón que ha madurado te costará más porque estará más duro. Podrías usar un robot de cocina potente o un rallador de quesos.
Pones en un recipiente el jabón picado con el doble de agua más o menos y lo dejas remojar durante unas horas para que se hidrate bien y reblandezca.
Pasado este tiempo lo batimos todo con la batidora hasta comprobar que la textura sea como una crema.
Dejas reposar el jabón un día y al día siguiente verás cómo se forman varias capas, arriba sólida y debajo líquida. No importa, debe ser así.
Le añadimos otra vez agua (un litro aproximadamente), y si queremos perfumarlo le podemos poner también un vaso de suavizante, y volvemos a batir.
Volvemos a dejarlo reposar otra vez 24 horas y al día siguiente volvemos a comprobar la textura del jabón. Habrá solidificado, así que otra vez le añadimos agua (otro litro), volvemos a batir y dejaremos reposar 24 horas.
Repetimos esta operación hasta que veamos que el estado es líquido y no cambia al día siguiente (la textura debe quedar como un champú). Cuando esto ocurra removeremos el jabón un poco todos los días durante unas dos semanas, e iremos comprobando que se aclara el color con el tiempo. Ya tenemos listo nuestro jabón para usarlo en la lavadora. Si en vez de jabón para la ropa queremos un jabón para fregar los platos o la casa no le ponemos el suavizante y listo. Es un jabón con alto poder de limpieza pero no produce espuma. No se puede comparar con los detergentes comerciales que están hechos con tensioactivos y producen mucha espuma. Pero no hay que confundir la espuma con el poder de limpieza de un jabón, son factores diferentes que no tienen que ir ligados los dos. El olor tampoco es igual, es aceite usado y aunque lo camuflemos con el suavizante siempre olerá a aceite, a no ser que usemos fragancias sintéticas.La dosis para cada colada puede ser una taza aproximadamente (depende de los kilos que soporte tu lavadora).
Nosotras solemos preparar bastante cantidad y nos da muy buen resultado, pero no le ponemos suavizante para que nos pueda valer para todo, lo usamos hasta para el lavavajillas y queda súper bien. Ahorras un montón en productos de limpieza y cuidamos el medio ambiente. Además no tienes que ir a buscar contenedores para tirar el aceite usado.
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