Ingredientes:
106 gramos de agua mineral
42 gramos de sosa cáustica
341 g de aceite de oliva virgen
5 gramos de cera de abeja
25 gramos de pulpa de aloe vera
unas gotas de aceite esencial de menta, de hierbabuena, de limón, o si tienes, como es en este caso, unas gotas de esencia de aloe vera.
Preparación:
Como vamos a trabajar con sosa, hay que tener MUCHO CUIDADO y hacer los pasos con todas las medidas de seguridad necesarias: guantes, mascarilla y si es posible, en sitio ventilado y no estar muy cerca del producto cuando trabajamos con él. Acordaros qué le ha pasado a una chica que ha salido en todas las redes. Tuvo un accidente preparando jabón. Por eso yo siempre que hago con sosa, tengo mucho cuidado y hago poca cantidad. Prefiero hacer más veces, y tener menos peligro.
Empezamos:
En un bol echa el agua, y con mucho cuidado, la sosa. Nunca al revés. En este momento, hazlo con una ventana abierta y separa un poco de la cara, sobre todo.
Remueve con una cuchara o palo de madera.
En otro bol más grande, calienta el aceite de oliva y deja enfriar ambos.
Echa la cera de abeja sobre el aceite de oliva. O también echa un poco de aceite en un vaso pequeño, junto con la cera de abeja, y calienta un poco en el microondas para que la cera se derrita. Y después vuelcas sobre el aceite de oliva.
Cuando aún estén calientes, pero sin que quemen, mezcla el agua con la sosa (lejía) con el aceite y remueve. Remueve unos minutos. Lo puedes hacer a mano mucho tiempo, siempre en la misma dirección hasta que espese, o con una batidora, sin levantarla del cacharro, hasta que se convierta en una crema (traza).
Cuando ya esté una masa como unas natillas (traza), añade colorantes, esencias, aceites esenciales, y remueve.
Vuelca sobre moldes y tapa con un paño en un lugar fresco, uno o dos días.
Desmolda y deja tapado unos días, después al aire, sin que le dé el sol, y vas dando la vuelta, hasta que pase un mes, que es cuando la sosa pierde su toxicidad y se pueden utilizar sin ningún problema.
El aloe vera es antiinfeccioso, antiinflamatorio y suavizante, favorece la cicatrización, regenera la piel y alivia y cura heridas, golpes, dolores musculares o articulares, acné...
Es calmante e hidratante.