Cifras alarmantes
Se estima que la contaminación del aire causa alrededor de 20.500 muertes anuales en el país, a causa de enfermedades crónicas pulmonares obstructivas (conocidas por la sigla OPCDs), ubicándose como la octava causa de muerte de la nación.
Los mexicanos que viven en grandes ciudades como la capital, que junto con sus suburbios es el hogar de más de 20 millones de personas, están expuestos a diario a múltiples partículas tóxicas, como el dióxido de amonio, el dióxido de azufre y varios óxidos de nitrógeno, que se suelen encontrar suspendidos en el aire.
Estos compuestos son derivados de los combustibles fósiles quemados en su mayoría por vehículos de motor e incluyen algunos metales y azufre, producto de las emisiones industriales, así como partículas de tierra, como el aluminio y los silicatos.
Los médicos alertan
Entre el 10 y el 20 por ciento de las muertes por enfermedades respiratorias y por cáncer están directamente asociadas con la contaminación del aire, según la opinión de varios médicos especialistas, consultados al respecto.
Sus conclusiones se basan en que quienes enferman son personas que nunca han estado expuestos directamente a compuestos carcinógenos conocidos, como el humo del tabaco, ya que no son fumadores. Por lo tanto, la única explicación para sus enfermedades es su residencia continuada en las grandes ciudades.
Además de agravar las afecciones respiratorias como OPCDs y causar el desarrollo de tumores relacionados con la contaminación por agentes cancerígenos, la exposición directa a los compuestos en el aire provoca la inflamación de los tejidos de las vías respiratorias e irritación de los ojos y algunas partículas tienen un alto impacto a nivel cardiovascular.
Los médicos han comprobado que cuando estos compuestos que están en el aire aumentan su concentración provocando las alarmas por smog, existe una incidencia directa en la salud pública, por lo que se disparan de forma significativa los casos de ataques de asma, faringitis y rinitis.
Las cifras son preocupantes, en especial porque no todas las áreas urbanas tratan el problema con el mismo esfuerzo. En los centros urbanos cercanos a la capital, como Puebla, capital del estado de Toluca y Cuernavaca o Pachuca la vigilancia del nivel de contaminación del aire resulta como poco, “permisiva”.
El problema
La contaminación del aire en las grandes ciudades de México se está convirtiendo en una seria preocupación para los gobiernos locales y nacionales. Ciudad de México, Guadalajara y Ciudad Juárez son las más contaminadas, tanto que la calidad del aire de la capital de México se encuentra entre las peores del mundo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los promedios de aire de la Ciudad de México suelen rondar los 200 mg por metro cúbico de partículas en suspensión, una cifra que está muy por encima de los 90 mg recomendados por la organización como límite máximo.
Los gases de escape de los aproximadamente 3.5 millones de automóviles de Ciudad de México son la principal fuente de contaminantes del aire. Los problemas derivados de los altos niveles de gases se ven agravados por el hecho de que la Ciudad de México se encuentra en una cuenca.
La geografía impide que los vientos “limpien” la polución, atrapándola por encima de la ciudad. Guadalajara, el segundo centro urbano más grande de México, supera los límites de contaminación el 90% del año, debido principalmente a la gran cantidad de vehículos que circulan por la ciudad.
Ciudad Juárez, una ciudad fronteriza de 1,4 millones de habitantes, es el hogar de muchas plantas de ensamblaje (“maquiladoras”) que son responsables de la liberación de sustancias peligrosas en el medio ambiente.
Aunque los automóviles siguen representando mayor porcentaje de la contaminación del aire, el crecimiento industrial también está causando un aumento en el daño ambiental de dichas zonas. La contaminación del aire en el norte de México es a veces tan grave, que llega a afectar áreas fronterizas de Estados Unidos.
¿Qué se está haciendo?
El gobierno mexicano ha presentado varias propuestas innovadoras para la lucha contra la contaminación del aire, incluidos incentivos orientados al uso de combustibles con menor nivel de emisiones y medidas de control de contaminación.
En los principales centros urbanos se requiere que los conductores de automóviles particulares tengan convertidores catalíticos o de lo contrario deben abstenerse de conducir un día a la semana.
Las medidas de lucha contra la contaminación establecidas a mediados de la década de 1990 ya han mejorado la visibilidad y la calidad del aire en la ciudad. Las iniciativas ambientales mexicanas incluyen el desarrollo de taxis más “limpios” y autobuses pequeños con el fin de reducir las emisiones urbanas.
También se pretende mejorar la infraestructura ambiental y el fortalecer la planificación ambiental y la administración de las regiones fronterizas del norte.
Fuente: ecoticias.mx
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