La noticia original es de Bloomberg, y si bien es verdad que Chile invirtió en los últimos años y cuadriplico la potencia instalada, también es verdad que el problema de Chile no es la generación sino la red, la red eléctrica es vetusta e ineficiente y hace que la energía generada se pierda o no pueda llegar a destino.
La energía producida en el norte de Chile con el sol ha terminado siendo regalada a las grandes empresas mineras o vendida a bajo coste a la Argentina y a la gente nada.
En verdad lo que dice la nota original es que se logra producir energía sin coste, eso quiere decir que se produce tanta que los costes de operación, manutención y amortización de la inversión se vuelven iguales a cero, pero no por esto regalan la energía, hablamos de empresas privadas.
Mientras tanto en el sur, los proyectos hidroeléctricos quieren dejar sin ríos a los bosques, animales y humanos que moramos por estos lares, yo vivo en una pequeña comuna de la Araucanía, llamada Curacautín en la misma actualmente se están llevando a cabo 8 proyectos hidroeléctricos y ha más en carpeta.
Imaginemos un rió como el de la foto, reducido a un simple hilo de agua y unos grandes tubos de hierro pasando al costado en una zona que es considerada por la Unesco como reserva de la biosfera, pues eso es lo que quiere el gobierno de Chile, que haciendo oídos sordos a los ciudadanos, organizaciones sociales e incluso al gobierno regional, impulsa estos proyectos sin siquiera estudiar como va a utilizar y donde esa energía.
Lo cual es disparatado para el tamaño de la comuna y además otra vez, no existe en la zona el cableado eléctrico necesario para sacar todo esa energía hacia otra parte, cosa que ya paso en el pasado, en el volcán Tolhuaca que esta en esta comuna se llevo a cabo un proyecto de geotermía para generar electricidad, sin siquiera haber tendido eléctrico, el mismo fue abandonado, luego de invertir millones y hacer varias perforaciones al volcán por no ser rentable.
En definitiva el problema en Chile no es generar la energía sino transportarla y la planificación del gobierno parece solo incluir la generación o el transporte a grandes consumidores, dejando de lado al ciudadano de a pie, y sin importar mucho los daños al medio ambiente, en el caso de la Araucanía las centrales planteadas prometen más daño al medio ambiente que el beneficio de su uso, sin estudiarse la mejora de la red, y otras opciones de generación renovables disponibles en la zona.