Factores sociales, raciales, culturales, religiosos, políticos y económicos han sido determinantes en las migraciones humanas. Sin embargo, el cambio climático debido al progresivo calentamiento global ha intensificado el fenómeno migratorio, y en muchos casos, es el causante directo de la movilidad de la gente dentro de un mismo país o incluso de atravesar sus fronteras.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en el 2019, define este tipo de migración como el traslado de una persona o grupos de personas que, predominantemente por cambios repentinos o progresivos en el medio ambiente que inciden negativamente en sus condiciones de vida debido a los efectos del cambio climático, están obligadas a abandonar su lugar de residencia habitual, bien sea de forma temporal o permanente, por lo que se desplazan a otras partes de su propio país o fuera del mismo.
Generalmente las migraciones humanas son en su mayoría de personas que habitan áreas rurales así como zonas costeras, llegando incluso a atravesar las fronteras de su país debido a que sus actividades económicas están estrechamente ligadas a los recursos naturales.
Por ejemplo la agricultura de subsistencia, la cual frente a fenómenos graduales como una sequía anormalmente prolongada u otros como los desastres meteorológicos repentinos, no solo pierden la actividad económica de las cosechas, sino la vivienda, enseres y en muchos casos, vidas humanas.
Estos fenómenos pueden ser tornados, huracanes, tifones, inundaciones por desbordamiento de ríos o aumento del nivel del mar, entre otras.
Algunas de las características de este tipo de migraciones humanas:
Cambios que ocurren de manera repentina o gradual
Afectan negativamente en las condiciones de vida
Traen como consecuencia la migración forzada o voluntaria Los impactos del cambio climático, con toda seguridad, van a incidir en el aumento del desplazamiento de miles de seres humanos en distintas regiones del mundo y, cuando atraviesen las fronteras de sus países de origen, la responsabilidad cae en manos de la comunidad internacional.
Las consecuencias que viene teniendo el calentamiento global, como el aumento del nivel del mar, o de las temperaturas, brindan una oportunidad por parte de los gobiernos nacionales y regionales para planificar y desarrollar iniciativas proactivas a fin de tomar acciones frente a los desastres naturales.
Por otra parte, la comunidad internacional y organizaciones como la OIM deben estar preparadas para asistir y brindar protección a las poblaciones que se han visto forzadas a migrar, así como buscar soluciones permanentes a su situación.
El desarrollo sostenible es reconocido como una parte integral de este enfoque, implementado a través de medidas para la reducción de riesgos de desastre, adaptación al cambio climático y sostenibilidad medioambiental.