Después de varios artículos publicados en este blog podemos conocer y entender las propiedades que nos regala el Aloe Vera.
Pero ¿porqué solo aplicarlo en nosotros los humanos? Después de investigar por la red hemos encontrado artículos, datos y estudios que demuestran que podemos compartir con nuestros amigos los animales las benéficas propiedades del Aloe Vera.
?Las poblaciones mayas utilizaron el aloe vera durante siglos para tratar las enfermedades de los animales, tanto las internas como las externas?.
(extraído de ?El gran libro del Aloe Vera? de Lourdes Prat Ferrer)
Durante el siglo XVIII el Aloe Vera era utilizado en caballos para tratar distintas afecciones, tale como alergias, psoriasis, eczema solar, problemas digestivos, enfermedad de Mauke, parásitos, ? llegando a llamarse ?Aloe Caballar?.
En 1840, los herreros George Skevington y F.D. Day, publicaron un estudio en el contaban sus experiencias con el uso de Aloe Vera sobre caballos afectados por diversas enfermedades.
Pero fue algo más de un siglo después, en el año 1975, cuando el doctor Robert T. Northway (California, USA.) publicó un estudio clínico sobre su aplicación interna en animales. El ?experimento? fue realizado durante seis años, aplicando Aloe Vera en la comida de 42 perros, 25 gatos y 4 caballos. De los 71 individuos tratados, 67 mostraron resultados iguales o mejores que aplicando tratamientos convencionales a afecciones tales como hongos de la levadura (cándida) e infecciones bacterianas agudas o crónicas. Ninguno de los 71 individuos tratados mostraron efectos secundarios negativos.
Unos años mas tarde, en 1996, los veterinarios ingleses Peter Green y David Urch, utilizaron el Aloe Vera de forma interna para tratar el PVLS (Post Viral Lethargy Syndrome) que es un estado de fatiga crónica en los caballos. Los resultados fueron muy buenos, un 80% de los caballos se recuperaron del síndrome, y tampoco ningún otro mostró efectos secundarios negativos. El trabajo concluyó en 1999, con la edición de un libro llamado ?Aloe Vera, Nature?s Gift? (Aloe Vera, un regalo de la Naturaleza), en el que David Urch habla extensamente de la aplicación del Aloe Vera sobre los animales.
Nosotros también hemos realizado nuestro propio experimento sobre una de nuestras gatas. Recomendamos a los aprensivos no leer esta parte, ya que no es muy agradable lo que le sucedió.
Llevábamos varios días notando a Rabikorti muy rara, estaba todo el día durmiendo y apartada de nosotros y de su hermana. La cogí en brazos y se quejaba, note que tenia la base de su rabito bastante inflamada, pensé que se había hecho un esguince o se lo había roto, así que empecé a aplicarle gel de Aloe Vera para calmar la inflamación, pero cual fue nuestra sorpresa que al ir Rabikorti a hacer sus necesidades a la bandeja de la arena el bulto reventó, y empezó a salirle pus mezclada con sangre, pero no unas gotitas, le salía ?a chorro?. Así que nos quedamos un poco asustados ya que se le había hecho un agujero bastante grande, pero nos dijimos si el Aloe es bueno para nosotros ¿porqué no para ella también?. Pero nos surgía una duda, el Aloe Vera ayuda a cicatrizar las heridas, pero esa herida, o agujero, debía ser cerrada de dentro hacia fuera para que no se cerrara con la herida infectada por dentro y le volviera a salir la infección. Decidimos empezar con un tratamiento parecido al que se le hace a las personas cuando tienen abscesos. Limpiar la herida por dentro con suero fisiológico, desinfectarla con yodo pero no queríamos poner aloe dentro de la herida por lo que hemos comentado de la cicatrización, así que pensamos que se lo daríamos mezclado con leche, que es lo que mas le gusta, aunque ya sabemos que no es buena para los gatos, pero como iba mezclado con aloe vera que también es bueno para el estomago no vomito la leche. El tratamiento fue el siguiente: tres cucharadas de gel de aloe vera puro de nuestra plantación, separadas en tres tomas, mezclado con otra cucharada de leche, y varias curas al día del agujero, aplicándole yodo con un cuenta gotas. La verdad es que la primera semana el agujero tenia muy mala pinta, no porque estuviera infectado, que no lo estaba, si no por las dimensiones del mismo, se podía ver el hueso del rabito recubierto de carne viva, hubiese cabido perfectamente un dedo gordo de nuestra mano en él. En tres semanas el agujero se redujo considerablemente hasta que llego a cicatrizar por completo, sin ningún síntoma de que hubiese infección en el interior y sin dejar marcas en el exterior.
Aquí podéis ver la herida al principio y después de tres semanas con el tratamiento de aloe. Actualmente no tiene ni rastro de la herida.
Absceso curado con aloe vera
Esperamos que os haya gustado el articulo y que uséis Aloe Vera siempre que podáis. Nos vemos en el próximo articulo.
Un saludo desde Aloe de Sorbas.