La idea es la difusión de pequeñas turbinas eólicas en zonas urbanas para generar energía renovable. Este es el objetivo de la empresa norteamericana Flower Turbines, que desarrolla turbinas que imitan la forma de los tulipanes.
La tecnología, ya patentada, permite generar energía limpia en cualquier dirección y de manera muy silenciosa. O mejor dicho, el ruido es de tan baja frecuencia que es indetectable para los humanos. Este punto es esencial para que el modelo pueda instalarse en cualquier lugar, incluso cerca de las residencias urbanas.
Además, gracias a su forma de tulipán, la turbina puede evitar los accidentes con aves, una queja habitual entre los críticos de la energía eólica.
Actualmente, las tulipas giratorias están disponibles en tres modelos, que se diferencian por el tamaño, la eficiencia y el objetivo del cliente.
La turbina más pequeña mide solamente un metro y es una alternativa fuera de la red para los momentos en los que es necesario utilizar energía, es el caso de los que van de camping, por ejemplo.
El modelo mediano tiene tres metros de longitud. Según la empresa, es el más popular para uso residencial o pequeñas empresas. Las palas son de fibra de vidrio y el modelo se vende con un generador, un controlador de carga, una batería (carga adicional) y un inversor de red.
Por lo cuál tiene la capacidad de energizar la casa completamente sin necesidad de ninguna otra fuente de energía.
Gracias a su tamaño compacto, la turbina puede instalarse en el suelo o en tejados planos suficientemente resistentes. Es la combinación perfecta de rentabilidad y productividad, asegura Flower Turbines.
Por último, el tercer modelo tiene 6 metros de altura y es una opción para la producción de energía a mayor escala. Se cree que esta turbina se instalará en tejados más resistentes, así como en aparcamientos y zonas sin utilización. Según el promotor, la instalación de varias turbinas en las proximidades aumenta su productividad. El rendimiento en este caso puede ser entre un 20 y un 50% mejor.
La empresa prueba varios usos de su tecnología. Un ejemplo es la creación de estaciones de carga para bicicletas eléctricas alimentadas por energía solar y eólica.
El producto fue desarrollado por Daniel Farb, que creció en una casa donde su padre escribía artículos que popularizaron el movimiento conservacionista en Estados Unidos.
Amante de la naturaleza, le apasiona combinar el mundo limpio y la belleza, lo que dio lugar a las turbinas en forma de tulipán.
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