El bambú se describe a menudo como muy duradero, sin embargo, esto se refiere principalmente al crecimiento sostenible de la planta de bambú, y no tanto a la durabilidad de los tallos de bambú.
El uso, tratamiento, mantenimiento y cuidado adecuados pueden garantizar una excelente durabilidad, ya que existen estructuras de bambú de más de 200 años de antigüedad, pero es importante que el usuario final esté debidamente informado para aprovechar al máximo las propiedades del bambú.
¿Qué es el bambú?
El bambú pertenece a la familia de las gramíneas y no tiene las mismas propiedades que la madera común. En todo el mundo se conocen alrededor de 130 especies herbáceas y 1.450 especies de bambúes leñosos.
El bambú es anatómica y morfológicamente muy diferente de los árboles normales. Una planta de bambú tiene un tallo, ramas y hojas, pero ahí termina la comparación con los árboles. El bambú es hueco, no tiene corteza ni anillos de año, y no aumenta de diámetro a medida que la planta envejece. Estas características, entre otras, hacen tan distingibles las propiedades del bambú.
Los tallos de bambú crecen un promedio de 25 cm por día, y alcanzan su altura máxima en sólo 6-7 meses (algunas especies de bambúes tropicales crecen hasta 30-40 m).
Los tallos de bambú están maduros y listos para la cosecha en 3-6 años, después de lo cual los nuevos brotes de bambú se desarrollarán naturalmente. Propiedades del bambú tales como su asombrosa tasa de crecimiento, sus 1001 usos diferentes, y el hecho de que las plantas siguen emergiendo sin volver a plantar, hacen que se considera un recurso muy sostenible.
Propiedades del bambú: durabilidad
La durabilidad natural de las cañas y postes de bambú sin tratar es algo baja. Para la mayoría de las especies de menos de 2 años, y de 4 a 7 años en condiciones ideales (sin exposición al sol ni a la lluvia). La conservación de los postes o las cañas de bambú es, por lo tanto, esencial para prolongar su vida útil.
La gran cantidad de almidón presente en el bambú lo hace muy atractivo para el moho y los hongos, así como para termitas y escarabajos.
Otra de las propiedades del bambú es que, aunque cuenta con pequeñas cantidades de ceras, resinas y taninos, ninguno de ellos en una cantidad suficiente como para asegurar la durabilidad natural de los tallos y postes una vez cortados. Es por ello que los tallos de bambú son tratados contra la posible contaminación por insectos inmediatamente después de la cosecha. Una de las técnicas de conservación más utilizadas y efectivas es la de impregnar las fibras de bambú con una mezcla de bórax o ácido bórico. Una vez que todos los azúcares naturales de las fibras de bambú son reemplazados por sales, se vuelven inmunes a los insectos. Gracias a este tratamiento se consigue que los postes de bambú alarguen su vida útil por encima de los 50 años o más, suponiendo que no estén en contacto directo con el sol, la lluvia o el suelo.
El usuario final debe realizar un mantenimiento y cuidado adicional al utilizar los postes de bambú para aplicaciones al aire libre, como veremos más adelante.
¿Por qué se agrieta el bambú?
La planta de bambú es muy resistente a las inclemencias del tiempo. No obstante, una característica importante de los postes de bambú es la forma en que reaccionan a los diferentes cambios de temperatura y humedad. Para entender por qué sucede esto tendremos que fijarnos en la anatomía del bambú.
Anatomía del bambú
El bambú es un material anisotrópico, es decir, sus propiedades en la dirección longitudinal son completamente diferentes a las de la dirección transversal. La dirección longitudinal está hecha de fibras de celulosa de bambú que son fuertes y rígidas. En la dirección transversal, el bambú consiste principalmente en lignina, que es suave y quebradiza. Por lo tanto, el bambú es un compuesto reforzado de un solo lado con relativamente poca capacidad tangencial.
La contracción de los nodos es 4 veces mayor que la contracción de los entrenudos (porción hueca entre dos nodos). Esto da como resultado una mayor cantidad de fibras reforzadas en los entrenudos pero menos en los nudos.
Debido a las diferencias en la estructura anatómica y la densidad, hay una gran variación en la contracción tangencial desde el interior (10%) hasta la parte exterior (15%) de la pared del tallo. Por lo tanto, la contracción tangencial es mayor en las partes exteriores de la pared que en las partes interiores. Ese es el motivo por el que pueden aparecer fisuras en su madera.
Equilibrio constante de la humedad
El bambú es un material higroscópico, lo que significa que absorberá o expulsará la humedad de o hacia su entorno hasta que se alcance un equilibrio. Por lo tanto, el contenido de humedad varía según las propiedades del aire circundante.
El agua se mantiene en el bambú de dos maneras: agua libre que se retiene en las cavidades celulares y agua ligada que se retiene en las paredes celulares mismas. El contenido de humedad de la pared del tallo es mayor en la parte interna que en la parte externa. Los nodos tienen valores más bajos que los entrenudos. Estas diferencias pueden ser de hasta un 25%.
Durante el secado, el bambú pierde agua libre hasta que su contenido de humedad es de aproximadamente el 15%. Si se expulsara el agua restante, el tallo de bambú se encogería. No obstante, tiene la propiedad de poder recuperar volumen de nuevo después de secarse cuando la humedad relativa del aire circundante es alta.
Por lo tanto, el bambú se encoge y se hincha según los cambios en la humedad relativa. Por ello, pueden aparecer grietas y fisuras debido al estrés causado por el secado repentino y la exposición directa al sol.
Las propiedades del bambú ante la climatología
Al igual que cualquier otro producto de madera utilizado para aplicaciones en exteriores, el bambú envejece con el tiempo.
La intemperie afecta al bambú como resultado de la interacción entre las diferentes condiciones climáticas, tales como variaciones en la temperatura y la humedad relativa.
La humidificación y el secado repetidos del bambú expuesto crean pequeñas grietas en su superficie. Los rayos UV causan la ruptura de la capa de celulosa, y finalmente, el viento y las partículas de polvo tienen un efecto de chorro de arena en su superficie. La combinación de todos estos factores producen la erosión de los productos de bambú para exteriores.
Cómo mantener y cuidar las cañas y postes de bambú
Antes de proteger los postes de bambú contra la intemperie y el agrietamiento, es importante conocer algunas reglas básicas cuando se trabaja con materiales de bambú:
1. Evitar el contacto directo con el suelo
Es importante evitar el contacto directo con el suelo para impedir que el bambú se pudra. Cuando se instala una cerca de bambú, por ejemplo, se recomienda instalarla a una distancia mínima de 2 cm del suelo. No se recomienda enterrar los postes de bambú en el suelo, a menos que estén recubiertos con pintura bituminosa especial o alquitrán que pueda ofrecer la suficiente protección.
2. No usar clavos para unir los postes de bambú.
Debido a la estructura anatómica de las fibras de bambú, que todas corren en la misma dirección longitudinal, utilizar clavos en el bambú conducirá a la rotura. No obstante, se pueden utilizar tornillos si previamente se perfora un orificio piloto ligeramente más pequeño en el poste de bambú.
3. Manipular el bambú con el cuidado adecuado
Dejar caer bambú en el suelo o golpearlo con un martillo puede causar grietas y roturas. Por lo tanto, el bambú debe ser manipulado e instalado con cuidado, preferiblemente por instaladores experimentados.
Protección de las cercas de bambú
Para evitar que el bambú se erosione (y hasta cierto punto se agriete), se deben aplicar 2 capas de sellador especial sobre la superficie. Un sellador de bambú de alta calidad es reconocido por su alta resistencia a la humedad y a la radiación ultravioleta. Tal mancha o sellador contiene un conservante hidrófugo como la cera, la parafina o la resina, y un aglutinante que minimiza la degradación, la contracción y la hinchazón.
El Protector de Bambú debe ser aplicado en la superficie del bambú, pero también en los nodos naturalmente cerrados en la parte superior de la cerca de bambú. El sellador evita que las fibras de bambú absorban la humedad y reduce el volumen y la velocidad del intercambio de humedad con la atmósfera.
Para una protección óptima, lo recomendable es aplicar una capa de sellador anualmente o cada dos años (dependiendo de las condiciones climáticas) . De esta manera se asegurará la longevidad de los productos de bambú. Si la cerca de bambú está bien mantenida e instalada correctamente, puede durar hasta 15-20 años. Merece la pena cuidarla.