El bambú es uno de los materiales más sostenibles y versátiles con los que contamos actualmente en el mercado. ¡No solo cuida del medio ambiente, sino que también aporta grandes beneficios para nuestra salud!
Cuando empecé a estudiar moda sostenible, me enamoré por completo del bambú. Si bien mi primer producto fue un cepillo de dientes, en seguida descubrí que esta planta originaria de Asia podía transformarse en prácticamente cualquier cosa.
De hecho, algunas culturas orientales utilizan el bambú en el ámbito de la medicina, de la construcción, del papel, de la alimentación, de la moda e incluso de la biomasa.
Todo esto se debe a los curiosos beneficios que aporta esta planta. ¡Déjame enseñarte alguno de ellos!
1. Una alternativa sostenible
El bambú es una gran alternativa sostenible a otros materiales que utilizamos hoy en día.
Es una de las plantas que crecen más rápido del mundo, pudiendo reponerse al año de ser cosechada. Además, es ya de por sí una especie muy resistente –sobre todo a las plagas, por lo que no necesita ningún pesticida.
Su cultivo, pues, es renovable, ahorra en tratos químicos y supone una gran reserva de agua.
Cepillo de dientes de bambú, completamente biodegradable.
2. Un material biodegradable
El bambú es un material 100% natural, por lo que es también biodegradable.
Tanto si se trata de tu camiseta como de tu peine, si está hecho de bambú, puede volver a la tierra y tener un impacto ambiental mucho menor.
Y es que, a diferencia del plástico, es un material integrado en un sistema circular que beneficia tanto al planeta como a los productores.
3. Una herramienta contra el cambio climático
El que sea una alternativa sostenible ya es una gran ayuda al planeta, claro está, pero el bambú presenta aún otras características que podrían contribuir a la lucha contra el cambio climático.
En primer lugar, es una manera de ralentizar la creciente deforestación actual, siendo una alternativa viable -y rápidamente renovable- en la industria de la madera. Eso quiere decir menos CO2 desprendido con la tala de hectáreas y hectáreas de bosque.
En segundo lugar, y muy relacionado, es capaz también de absorber más dióxido de carbono que otras plantas y árboles, evitando el empeoramiento del agujero de la capa de ozono.
¡Ah! ¡Y además genera más cantidad de oxígeno!
Toallitas y cepillo de dientes de bambú: pequeñas armas contra la deforestación.
4. El tejido perfecto
La fibra de bambú puede convertirse en un tejido excepcional para nuestra comodidad y salud.
Cuando la planta es procesada, el bambú produce una especie de celulosa que se utiliza para confeccionar prendas. ¡Y es tan suave, que ha sido comparada con la seda o el cachemir!
Como tejido, resulta hipoalergénico y resistente a la humedad y los olores –necesitando lavados menos frecuentes. Además, conserva sus propiedades antibacterianas, por lo que las prendas son bastante duraderas.
También es muy transpirable, gracias a su estructura porosa, por lo que puede mantenerte calientito en invierno y fresquito durante el verano –época en la que también actúa como protector solar. ¡Porque sí, señores y señoras, la fibra de bambú también refleja y bloquea hasta un 94% de rayos UVA!
Mis primeros tejidos de bambú... ¡mantas/fulares multiusos! Suaves, antibacterianas y sostenibles.
En resumen: es natural y biodegradable, saludable, antibacteriano, de fácil producción y recuperación ¡y además súper suave!
En distintas ferias como el BEFF o la Fira Natura ya he podido ver prendas de bambú, y recientemente he tenido la oportunidad de probar algunos productos hechos con este material gracias a LIFESTYLE BAMBOO.
[Spoiler: ¡las toallitas y fulares son tan suaves como una nube!]
Si bien su comercialización no alcanza a ser 100% sostenible en todos los casos –como pasa con todo-, el bambú sigue siendo uno de los materiales más responsables con el planeta que tenemos a día de hoy.
¿Conocías los beneficios del bambú, o los aplicas en tu día a día? ¡Cuéntamelo en los comentarios! Yo te animo a probarlo : )