El movimiento Slow está en contra de las prisas y del consumo excesivo, y en moda, nos anima a vestir con colores y tejidos cómodos que nos ayuden a relajarnos. Lo ideal es consumir ropa cuando sea necesario, y no cada temporada como nos animan los grandes almacenes. Se trata de disfrutar de las cosas que nos gustan de forma responsable y con tranquilidad: menos cantidad, mejor calidad y más calma.
La sociedad actual cada vez consume más ropa y cada vez la desechan antes. Hoy en día es posible comprar unos vaqueros por menos de 10 euros y al mes siguiente cambiarlos por otros, cuando en realidad la duración de esos vaqueros es de más de diez años. Los hábitos de compra han cambiado, como las prendas se han abaratado tanto, ahora en lugar de comprar una camiseta, compramos tres, y las cambiaremos sin duda la próxima temporada.
Este consumo continuado e indiscriminado de ropa, hace que compremos toneladas y toneladas de ropa, que consumen un montón de productos químicos y trabajo esclavo, y al final van a parar a los vertederos, lo que incrementa a su vez el problema del deshecho de residuos.
Tenemos que tomar conciencia y apostar por una moda más responsable, de mayor calidad y sostenibilidad, ¿os apuntáis a esta nueva filosofía?
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