¿Qué te ha parecido el anuncio el de Estrella Damm de este año? Tras el acto I y el acto II de los spots del verano pasado, con los que dieron un giro de 180 grados a su buenrollismo estival para remover nuestra conciencia ambiental, este año ha llegado el acto III, en el que la empresa cervecera nos ha desvelado una de sus principales estrategias para aminorar su impacto negativo: sustituir el anillado de plástico de las latas por cartón 100% biodegradable.
A mí, naturalmente, toda iniciativa que vaya a favor de reducir impactos ambientales negativos, me entusiasma. Y más si están acompañadas de una estrategia de comunicación chula como la de los anuncios de Mediterráneamente. Aun así creo que este tipo de iniciativas, precisamente por tratar temas tan serios y complejos como el del impacto del plástico en nuestros mares, no pueden quedarse en la superficie comunicativa. Y es que al menos yo –y supongo no soy la única-, tras ver el anuncio, lo primero que hice fue ir a la web de la marca a buscar más información sobre este cambio de anillado. Y lo único que supe encontrar es más belleza visual pero sin apenas contenido. En concreto, hay un video que muestra la fabricación de este nuevo anillado y un párrafo de texto en el que se comunica el tema del cambio del anillado y se pide disculpas por el retaso en la implementación debido al Covid-19. Pero ni una línea de por qué este sistema de anillado con cartón biodegradable –que no compostable – y no otro; ni una línea del impacto de este nuevo sistema respecto al anterior; ni una línea de los impactos ambientales que supone este nuevo material. Nada.
Video informativo del nuevo anillado
Desde mi punto de vista es una oportunidad muy grande perdida para conectar con los distintos públicos y demostrarnos –porque si se hace un anuncio tan a bombo y platillo es lo suyo demostrar- que la decisión no es arbitraria y qué supondrá para el planeta. Y es que justamente, como ya comentaba en el 2019 Lucía Robot, responsable de contenidos de LCA4Climate (Cátedra UNESCO de Ciclo de Vida y Cambio Climático), un paso como el que ha dado Estrella Damm debe “abordarse a partir un enfoque de ciclo de vida de los productos y el aumento de la eficiencia de recursos, como propone la ONU”. Esto quiere decir que deben analizarse distintos materiales (el plástico que se utilizaba, el cartón biodegradable –que no compostable- que se ha decidido finalmente utilizar y también otros que podrían ser de lo más variopintos) y ver, de todos ellos, cuál es más eficiente ambientalmente hablando. Y es que, como diría mi admiradísimo Pere Fullana, director de la Cátedra mencionada, todo depende.
Yo estoy segura que Estrella Damm (teniendo en cuenta el dineral que debe haber costado hacer este cambio) ha realizado este análisis del ciclo de vida de los productos. Lo que no entiendo es por qué no lo comparten. Si no entero –porque sería indigerible para la mayoría de los mortales-, sí mostrando las principales conclusiones. Además de un ejercicio didáctico y altamente sensibilizador, sería un acto genial de transparencia y una acción de comunicación que estoy segura les haría ganarse hasta a los más talibanes del greenwashing.
Así que si alguien de Damm está leyendo estas líneas, le animo a que nos haga llegar esta información o, mejor, la publiciten en su web de una manera amigable. Yo, para los ultras del periodismo, que conste que la pedí hará unos 15 días -para poderla comoartir aquí- pero todavía no he obtenido respuesta.
Feliz verano. Y bebe con moderación
Bonus track:
Memoria de Sostenibilidad Damm 2018 (la última publicada). Y acceso a toda la información corporativa.
Información más detallada de qué significa hacer un análisi de ciclo de vida de un producto (ver punto 3 del artículo).