Aunque no hace tanto frío como otros años, pero estoy segura de que tarde o temprano aparecerá para quedarse una buena temporada. ¿No os parece que las estaciones se alargan y se convierten en dos en lugar de cuatro?
Bueno, a lo que vamos, una receta simple basada en las verduras que nos puede venir genial para cocinar tranquilamente cuando aprieta el frío y con la que podemos invitar a comer a nuestros amigos vegetarianos y veganos a nuestro hogar.
Ingredientes:
2 puerros medianos
patatas (calcular según comensales)
2 ó 3 zanahorias
algo de repollo picado
Cortamos los puerros en láminas y los ponemos en la olla untada con aceite de oliva en la parte más alejada de la cocina de carbón, así se irán dorando mientras vamos pelando y cortando zanahorias y patatas.
Esperamos a que se doren los puerros y una vez comienzan a coger color añadimos las patatas y zanahorias ya cortadas y peladas. Les damos unas vueltas junto a los puerros y finalmente añadimos el agua, lo justo para que tape las patatinas. Ponemos la tapa a la olla y dejamos que se cocine todos lentamente, podemos centrar la olla con respecto al fuego para que coja más temperatura, pero una vez esté caliente la retiraremos para evitar que se pegue y para que se cocinen lentamente los alimentos.
Para saber si las patatas están hechas podemos pincharlas con un cuchillo. Cuando veamos que el cuchillo entra casi sin problema añadimos el repollo picado, así al añadirlo al final de la receta no se cocinará demasiado.
Si cocinamos con sal añadiremos esta a la receta, si no, podemos poner una mezcla de especias como pimienta negra, orégano y tomillo en pequeña cantidad.