Ingredientes:
Patatinos, o en su defecto patatas cortadas en trozos medianos
Un manojo de acelgas
Un par de dientes de ajo
Un huevo revuelto por comensal
Un par de zanahorias medianas
Una pizca de sal
Elaboración:
Pelamos los patatinos y los lavamos por si quedan restos de tierra. Si no tenemos patatinos usaremos patata normal, pero la cortaremos en cachos de tamaño medio para que queden como en la foto. Pelamos y lavamos las zanahorias y cortamos también en trozos no demasiado menudos.
Preparamos una olla en el fuego en la que añadimos los dientes de ajo laminados y un par de cucharadas de aceite. Doramos los ajos, añadimos las patatas y las zanahorias y cubrimos con agua, pero cubrimos justo, en este caso no queremos que nos sobre casi caldo. Ponemos a fuego lento y tapamos la olla para que no se nos escape el calor.
Lavamos y cortamos las acelgas. Yo separo los tallos de las hojas, las hojas las corto en juliana y los tallos los corto a lo largo. Lo verde lo reservo y las pencas las añado junto a las patatas y las zanahorias, ya que al ser más duros tardan más en ablandarse.
Pinchamos las patatas con el cuchillo y cuando les falte nada para estar en su punto añadimos las hojas verdes de las acelgas a la olla. Tapamos y dejamos que el vapor del agua las ablande, básicamente se cocinarán con el vapor, pues el agua se habrá reducido bastante y no tocará lo verde.
Mientras se va terminando de hacer el guiso, añadimos un chorrito de aceite en una sartén y un huevo por persona que se vaya a poner a la mesa, en mi caso dos. Hacemos los huevos revueltos con una espátula de madera, añadimos perejil y pimienta negra al gusto y reservamos.
¿Ya están listas las acelgas? Si las vemos bien dobladas sobre las patatas, más oscuras y blandurrias la respuesta es sí.
Ponemos en los platos el guiso de acelgas y patatas y luego sobre estas a modo de adorno echaremos el huevo.
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