Desde el año 1993 la ONU declara, según resolución A/RES/47/193, que cada 22 de marzo sea el día mundial del agua con el fin de divulgar la problemática del agua, motivo para crear conciencia entre las personas sobre la conservación y desarrollo de los recursos hídricos. Estas medidas surgieron en el marco de una conferencia de las naciones unidas sobre el medio ambiente, en la que se le dedicó un tema completo referente a los “recursos de agua dulce”.
Anteriormente ya había escrito sobre la contaminación del agua y sus repercusiones en el ambiente y hoy día mundial del agua seguimos impulsando la divulgación de información sobre la reutilización del agua, donde más de un 80% del agua utilizada en el mundo vuelve a integrarse a la naturaleza sin ser tratadas, contaminando otros cursos de agua de buena calidad, es por ahí donde debemos comenzar a reflexionar, este es actualmente uno de los principales problemas que rodea al agua.
La reutilización del agua es la mejor forma de gestionar los recursos hídricos
La reutilización del agua está justificada por dos razones: este es el principal problema en la gestión del agua, por lo tanto, es lo que se debe atacar y por otro lado ayudaría a optimizar su uso siguiendo los principios del desarrollo sostenible. Ya este tipo de gestión del agua se está poniendo en práctica, por lo que se sabe que ha tenido buena aceptación, sobre todo en aquellas regiones donde la escasez del agua lleva a distribuir eficientemente el agua potable. La reutilización del agua se adapta a cualquier región, el problema del agua es un problema generalizado.
La agricultura urbana aumenta de forma constante el uso del agua potable
Las nuevas tendencias que buscan abastecer de alimentos a la sociedad en las zonas urbanas a través de siembras en huertos urbanos, están aumentando la competencia por el agua, siendo necesario crear estrategias para encontrar un equilibrio a través de la reutilización del agua.
Sin duda la reutilización del agua trae beneficios a todos, sobretodo en la agricultura, donde el agua sigue siendo la principal limitante para producir alimentos. Si las personas encargadas de estas decisiones llevan agua reutilizada a los campos, se estaría, mejorando las condiciones agrícolas, disminuyendo la contaminación del agua y construyendo un sistema equilibrado, donde el buen uso del agua daría paso a la agricultura sostenible que todos queremos.
La FAO en esta línea de consolidar la reutilización del agua de las zonas urbanas para la agricultura, presenta un modelo que denominaron “sociedad del reciclado”, que sería lo contrario al modelo actual del agua en zonas urbanas. Todo empieza en una ciudad normal con el uso del agua en nuestros hogares, generando aguas residuales (que llevan todos los contaminantes por químicos de uso doméstico) y estas generalmente se vierten en ríos sin recibir ningún tipo de tratamiento, siendo esta misma agua utilizada en el sector agrícola, donde sigue cargándose de agentes contaminantes.
Esta versión, a cambio de lo anterior, inicia al tratar las aguas residuales proveniente de nuestros hogares, así ya el agua eliminaría todos aquellos contaminantes graves que atentan contra la salud, sin embargo, se mantienen todos aquellos nutrientes que pudo adquirir mediante el uso en el hogar para que sea aprovechado por los cultivos que recibirán riego.
Luego de regar los campos sembrados, estas aguas residuales, previamente tratadas, saldrán hasta los afluentes cercanos con menor nivel de contaminación, contribuyendo con el proceso natural y alterando el sistema biológico en niveles muy bajos.
He aquí una importante propuesta que necesita de una buena divulgación y compromiso para llevarlo a la práctica, así como también políticas públicas que integre a las ciudades, con la reutilización del agua y la agricultura. A modo de reflexión cito un fragmento de un buen artículo delprof. Luciano Espinosa, donde plantea que “la pregunta obvia es, ¿qué hacer? ¿cómo encauzar una acción transformadora a gran escala si no hay lucidez ni voluntad suficientes? y entonces el intelectual está tentado de plantear la venerable cuestión de una medicina mentis o educación del pensamiento en su raíz, pero eso no basta y tampoco hay tiempo, lo sabemos, por más deseable que pudiera resultar”.
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