La moda nos trae tendencias y novedades cada temporada, marcando lo que debe estar de actualidad y lo que queda obsoleto. Sin embargo, hay prendas que siempre estarán en boga.
Déjanos ser tu personal shopper por un día, porque queremos hablarte de una ropa que te sienta bien a ti, al planeta y a las personas que la confeccionan: una moda con valores. ¡Mucho más que comodidad, estilo o calidad de tejidos!
Hay prendas y complementos que no solo nos visten, nos abrigan o nos hacen sentir bien al llevarlas. También son éticas. Y se caracterizan porque son una garantía para el respeto de los derechos humanos y la protección del medio ambiente. ¿Sabes por dónde vamos?
Detalle de una etiqueta de Comercio Justo en la planta de costura de Rajlakshmi Cotton Mills, una sociedad privada con base en Kolkata (India) que produce y exporta productos textiles de algodón orgánico y de Comercio Justo y cuya misión es crear las infraestructuras y condiciones necesarias para un aprovisionamiento y producción sostenible de estos productos © Pablo Tosco / Oxfam Intermón
Detalle del trabajo de estampación en la planta de costura de Rajlakshmi Cotton Mills © Pablo Tosco / Oxfam Intermón
El Comercio Justo pone el foco en la equidad, el respeto o la transparencia, y es un medio para cooperar con el desarrollo sostenible al permitir mejorar las condiciones de vida de los artesanos y artesanas o productores y productoras de las zonas en desarrollo.
Comprar una camiseta, un pañuelo o un pijama de Comercio Justo es generar oportunidades y crear una vía para que muchas personas puedan vivir con dignidad y abandonen la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran.
Vestir con calcetines, pantalones o sudaderas de Comercio Justo es luchar contra la desigualdad entre hombres y mujeres, evitar la explotación laboral infantil o la discriminación por razones de raza o discapacidad, ya que las organizaciones deben acatar la convención de la ONU sobre los Derechos de la Infancia y seguir los convenios de la Organización Internacional del Trabajo. ¡Exígelo en las prendas que adquieres!
A todo esto, le sumamos el fomento por parte de este régimen comercial alternativo de la puesta en práctica de sistemas de fabricación más responsables, con materiales o embalajes sustentables en su objetivo de cuidar el planeta.
¿Qué caracteriza, pues, a la moda de Comercio Justo?
Es saludable. Hace tiempo que las fibras sintéticas, en detrimento de las tradicionales fibras naturales, se han convertido en las preferidas de las marcas textiles para la producción de sus prendas. ¿El resultado? Unos tejidos nada recomendables debido a las sustancias artificiales que encontramos en ellos. En cambio, el Comercio Justo apuesta por materias primas de origen ecológico, como el algodón cultivado sin fertilizantes ni pesticidas dañinos para el entorno, lo que contribuye a que los tejidos finales sean más sanos para nuestra piel.
Es honesta. No contiene restos de prácticas laborales abusivas, beneficios fiscales para las empresas a través de zonas económicas especiales o salarios indignos.
Es humana. Piensa en todo momento en las personas. De ahí que, por ejemplo, el algodón orgánico con el que se confeccionan sus prendas proceda de pequeñas plantaciones, o que los grupos productores indios emplean en sus talleres a mujeres y personas con capacidades diferentes, dos colectivos muy discriminados y vulnerables.
Es exclusiva. La joyería, que también forma parte de la moda, es un buen ejemplo de ello. TARA Projects es una organización india de Comercio Justo cuyas piezas de bisutería, creadas artesanalmente con materiales de calidad como la plata de ley, son diseños exclusivos que se inspiran en las inconfundibles especias del país asiático.
No es tóxica. En su proceso de fabricación no encontramos métodos que perjudiquen al planeta, sino una apuesta por el uso de tintes naturales o una elaboración artesanal. Son unas prácticas que no encontramos en el caso de la moda convencional donde, por ejemplo, se prefiere el algodón no orgánico y se fomenta con su uso la contaminación ambiental, además de implicar un gran uso de agua.
Colección de Veraluna Comercio Justo. Todas las piezas han sido elaboradas según los estándares de Comercio Justo por cuatro grupos productores de la India, Creative Handicrafts, Rajlakshmi Cotton Mills, CRC y EMA. © Pablo Tosco / Oxfam Intermón
Cumpliendo principios: el aval de la certificación
La World Fair Trade Organization, red global de entidades de Comercio Justo, nos indica que un producto procede de este sistema comercial solidario si ha sido fabricado por alguna de las entidades que la conforman, y cuenta con una certificación.
Esta puede ser de Fairtrade Internacional, ECOCERT Comercio Justo, FNDEPRO, IMO-Fair for Life o Naturland, todas ellas organizaciones que aúnan principios sociales y medioambientales a la hora de conceder sus sellos a los grupos productores.
Desde hoy, te animamos a comenzar a vestir con moda responsable y, si aún no lo haces, te invitamos a ahondar en el Comercio Justo para conocer a fondo sus principios y todos los beneficios que reporta a la sociedad y al planeta. ¡No hay más que ventajas!
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