La manteca de karité hidrata en profundidad a la vez que regenera tejidos y calma irritaciones. La manteca de cacao también tiene propiedades hidratantes, protegiendo del sol y del frío a la vez que su contenido en vitamina E contribuye al antienvejecimiento. También he utilizado esta vez aceite de oliva virgen tanto por su efecto reparador como por su gran cantidad de antioxidantes, pero puede utilizarse cualquier otro tipo de aceite. No he utilizado ningún conservante adicional puesto que el contenido en vitamina E de varios de los ingredientes es suficiente conservante.
Tampoco he utilizado ningún colorante pues las principales destinatarias de este bálsamo eran mis hijas y ellas no querían esta vez ningún color. Sólo me han pedido que tuviese aroma de chocolate, que les encanta.
Aquí os dejo los ingredientes necesarios y la forma de elaborarlo, que es muy sencilla. Los tarritos que he utilizado son de 10 ml. de capacidad y con estas cantidades he obtenido bálsamo para cinco tarritos.
Ingredientes:
10 gr. manteca de cacao
25 gr. manteca de karité
10 ml. aceite de oliva virgen
5 gr. cera de abeja refinada
Aroma de chocolate (yo he usado 3 gotas)
Elaboración:
Se pone la manteca de Karité, la manteca de cacao, el aceite y la cera blanca en un recipiente al baño maría para que se caliente sin que llegue a hervir. Se remueve la mezcla suavemente hasta que todos los componentes se licuen y se integren. Se deja enfriar levemente y finalmente se añade el aroma. Por último se vierte en el recipiente deseado y de deja enfriar completamente.