Recuerdo claramente que en las clases de ciencias se le daba gran importancia a proteger la capa de ozono y sobretodo se hacía mucho énfasis en no utilizar productos en aerosol. De hecho, yo tenía un librito que me encantaba, y era la versión impresa de esto, que repartieron en mi colegio cuando estaba en primer grado.
Pensando en eso, definitivamente siempre he sido como soy. Cuando íbamos al supermercado, solía decirle a mi mamá: “¡no!, no compres productos en aerosol, mira que eso daña la capa de ozono”, y la verdad, si bien no estaba clara de qué había pasado, ya se había vuelto un hábito para mi a medida que fui creciendo, e incluso ya de adulta he seguido en contra del uso de los aerosoles.
Pero el caso es que, han pasado unos cuantos años desde que esto era un tema de preocupación mundial, que se veía constantemente en las noticias, y de pronto, ya no se supo más nada. ¿Fue un problema olvidado? o es que ¿ya solucionó?
A ver, vamos a retroceder un poco…
En 1985 se descubrió el primer desgaste de la capa de ozono a la altura de la Antártica, para ese momento se sabía muy poco qué lo causaba, los clorofluorocarburos (CFC) eran los culpables.
En palabras simples, los CFC son gases químicos de difícil degradación y que mediante una reacción química, en contacto con el frío y la luz, van destruyendo lentamente la capa de ozono. No solo eso, sino que se mantienen activos en la atmósfera durante ¡más de 100 años!
Sí, pero y ¿qué es la capa de ozono?
El ozono es un gas que forma una capa de protección atmosférica contra la radiación ultravioleta (UV) del Sol y se sitúa entre los 15 y 50 kilómetros de altitud.
Imagínate ir a la playa todos los días a medio día, y sin aplicarte protector solar… así sería nuestra vida sin la capa de ozono. Estaríamos altamente expuestos a la radiación ultravioleta y eso nos afectaría no solo la piel (cáncer ¡peligro!) sino también a problemas oculares como cataratas y a diversas enfermedades y debilitamiento del sistema inmune (tanto en humanos como en otras especies)… yo ya tengo experiencia en una de estas (Lupus, enfermedad autoinmune), y no es que me la haya causado el sol ni la capa de ozono pero sí que la empeora.
A nivel climático, afectaría el aceleramiento del deshielo. Para que te hagas una idea, el océano Antárdico está conectado con el resto de los océanos del planeta, además de que en el Antártico se redistribuye el calor hacia el ecuador y los polos. Es la parte del mundo que contiene más hielo y por lo tanto regula la atmósfera… de ahí también el por qué debemos actuar y detener el cambio climático. No solo eso, un hueco en la capa de ozono afectaría el proceso de fotosíntesis, lo que perjudicaría los cultivos y toda la cadena alimentaria.
En pocas palabras, se verían afectados los ecosistemas naturales y eso perjudicaría a todas las especies que habitamos este planeta.
Así que cuando esto se descubrió, era de esperarse que hiciera sonar las alarmas a nivel mundial. En 1987, se sacó el Manual de Protocolo de Montreal en el que 43 países se comprometían a acabar con las emisiones de químicos destructores de la capa de ozono mediante la prohibición de esas substancias dañinas. Con el paso de los años, el acuerdo ha sido ratificado varias veces y hoy en día está conformado por 174 países.
Te puedo decir que, según he estado investigando, al parecer en esta oportunidad la comunidad internacional sí actuó a tiempo. Durante muchos años, los científicos de la NASA han ido monitoreando constantemente la capa de ozono y se puede ver cómo se ha ido recuperando durante más de 20 años. Aún le queda por recuperar, de hecho se cree que aún tocará esperar unos 20 años más, pero desde el año 2000 ha ido recuperando aproximadamente el 1% anual.
Creo que el hecho de que este problema esté bajo control, es una demostración de las cosas que se pueden lograr cuando se actúa a tiempo y cuando se toman medidas adecuadas para proteger el planeta.
Y por si al igual que yo, no lo sabías, te comento que los CFC no solo se encuentran en los aerosoles, también se emplean en la producción de refrigerantes y de ciertos tipos de plástico como las espumas sintéticas… es que definitivamente ¡el plástico no puede tener nada bueno!
A estas alturas, se supone que los CFC de los aerosoles han sido sustituidos por otros gases (gases F) que no dañan la capa de ozono. Igual eso no quiere decir que sean inocuos para el ambiente o para nosotros mismos. Incluso, han resultado más dañinos y potenciadores del cambio climático. Para ampliar un poco más la información, te dejo el enlace que habla sobre ello.
Es por todo esto que, te invito a que hagas tu contribución evitando el uso de productos en aerosol. Puedes sustituirlos por opciones más naturales y más amigables con nuestra salud y la salud del planeta.
¡Te prometo que estas ideas te van a gustar!
• Desodorante en aerosol vs. Desodorante de alumbre: a mi me funciona ¡de maravilla! de todos modos, si deseas saber un poquito más, las chicas de Esturirafi te cuentan sobre su reciente experiencia.
• Ambientador vs. Ambientador natural: los amigos de Mejor con Salud tienen varias recetas, todas con ingredientes naturales, libres de químicos dañinos, cero empaques y perfectas para personas alérgicas como yo ¡te lo digo por experiencia!
• Insecticidas y plaguicidas vs. Insecticida natural: si tienes problemas de plagas en tu huerto o jardín, te recomiendo visitar La Huertina de Toni, tiene gran variedad de preparados naturales que funcionan contra muchos tipos de plagas. Nosotros los hemos probado, y este en particular es uno de los que mejor nos ha resultado.
Y si lo que necesitas es un repelente corporal para mosquitos, te cuento que ese es uno de los mil usos de la esencia de árbol de té. Puedes poner unas 10 gotitas en un vaso con agua o incluso puedes mezclar las gotitas con tu jabón o crema corporal. A mi abuelo particularmente le gusta mucho dejar unas rodajitas de limón con unos cuantos clavos (especia) en un platito y también funciona.
En verdad, siempre podemos encontrar opciones más saludables y ecológicas, solo es cuestión de buscar y dar el paso. Ser consumidores responsables y tomar conciencia de los productos que compramos y usamos es una de esas pequeñas acciones que podemos ir haciendo en nuestro día a día.
Por cierto que, si tienes niños, te recomiendo revisar este link, donde encontrarás cuentos ilustrados relativos a la capa de ozono.
¿Conocías esta información? ¿Aún usas productos en aerosol? ¿le darías una oportunidad a productos más naturales?