El arquitecto chino Thomas Chung fue el encargado de la transformación de una antigua fábrica de vidrio en un huerto urbano y comunitario. El espacio fue llamado como “El valor agrícola”, la misma se encuentra en Shenzhen, China, y actúa como un vínculo entre la gran ciudad y el campo.
El proyecto mezcla la transformación urbana, arquitectura, agricultura y distintas expresiones culturales en un espacio recuperado de 2.100 metros cuadrados. La mayor parte de las ciudades chinas al estar super poblados y con grandes problemas de polución y abastecimiento están recurriendo a la construcción de techos verdes, invierten en energías renovables y todos tipo de tecnología que pueda hacer la vida en estas ciudades más sostenible. Ciertamente la posibilidad de proporcionar la comida fresca comunidad, producida de manera sostenible es también una prioridad en este panorama.
Gran parte de la estructura ya existente se reutilizó, aunque con una mirada de aumentar espacio al aire libre y funciones. La zona se divide en varios núcleos pequeños. Se construyeron los bancales con los antiguos ladrillos, permitiendo hacer bancales de diferentes altura y por lo tanto diferentes profundidades para que la población cuente con una mayor variedad de cultivos.
También se utiliza para que la gente tenga acceso a técnicas e información de como realizar huertos urbanos en la ciudad, se potencia el intercambio de semillas y experiencias con otros huertos urbanos.
Además de lograr un sitio de gran belleza y ha añadir verde al paisaje local, el proyecto cuenta con un estanque natural y el uso de las aguas subterráneas para el riego. La granja exalta la idea de la autosuficiencia y tiene un alto valor cultural, que sirve como espacio para la integración de la comunidad, mediante el cultivo y también la realización de eventos que fomentan el intercambio con la comunidad.
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