Esta frase creo sirve de introducción para lo que vamos a ir viendo en esta serie de artículos. Cuando hablo con los agricultores de la zona, a los cuales respeto profundamente, y les comento que no labren sus campos, que no hace falta que maten las malas hierbas y que eso seria bueno para sus cultivos, algunos se quedan en silencio mirándome, otros me explican por que labran los campos, y otros se ríen y me animan a probarlo y si funciona ellos también lo harán así, porque en el fondo se ahorrarían labrar los campos y los herbicidas, este punto de el ahorro es algo que les atrae mucho, aunque ninguno se anima a probarlo. Cuando vamos hacia nuestra explotación de aloe vera y pasamos los campos de olivos ¨ en superintensivo ¨ pienso si los dueños de estos cultivos certificados ecológicos saben realmente el daño que están haciendo al medio ambiente, por un lado el uso sin control de los acuíferos, nos encontramos en una zona con muy pocas lluvias, y por otro lado el deterioro del suelo con lo que esto conlleva.
La agricultura sostenible, a nuestro entender, debe estar adaptada a cada región y su climatología, hacer un buen uso del suelo para mejorar sus condiciones es fundamental, así evitaremos la erosión y mejoraremos la fertilidad de nuestra tierra de cultivo, tampoco entra dentro de este tipo de agricultura los químicos de síntesis ni los famosos transgénicos, y no hay que olvidar el uso de energías renovables, ya sea para el sistema de riego o para cualquier otro proceso productivo. También hay que hablar de la comercialización de los productos, este puede ser el paso mas difícil, y aunque no entra dentro de la agricultura pienso que deberíamos darle mas importancia, el mercado local sería lo mas adecuado, y digo esto porque si me traen un producto desde la otra parte del mundo teniendo el mismo en mi propia región no tiene mucho sentido, y aquí hay otro punto clave, ¿es ecológico un producto que me traen desde Japón? Esto es un dilema, café, cacao, té, y así muchos productos que no se producen dentro de nuestras fronteras y que tienen que hacer miles de kilómetros hasta llegar a nuestra casa.
Llegar a una agricultura sostenible al 100% parece imposible, pero por lo menos intentaremos causar el menor impacto medioambiental con nuestra producción en ¨Aloe de Sorbas¨ , intentando usar todo lo aprendido para respetar el medio ambiente, disfrutando cuando vemos los abejarucos, conejos y liebres, las arañas, escorpiones, serpientes, perdices, zorros, águilas, jabalíes y un sin fin de insectos y aves que nos dejan usar su hábitat sin pedirnos nada a cambio, esperamos no variar su entorno, si lo modificamos que sea para su beneficio, ya sea plantando árboles, haciendo nidos o con la no labranza.
Gracias por vuestro tiempo, me gustaría escuchar otras opiniones sobre este tema y os animo a que participéis dejando vuestros comentarios.
Un saludo desde ¨Aloe de Sorbas¨ y nos veremos pronto con otro articulo haciendo hincapié en los puntos clave para lograr una producción agrícola sostenible.