El precio de la gasolina se ha encarecido tanto que muchos optan por dejarlo en casa o compartirlo. Sin embargo, para muchos otros es la única opción para poder desplazarse y buscan la manera de poder ahorrar cuando van a repostar.
En los últimos días el precio de la gasolina nos trae de cabeza, la subida tan llamativa que ha experimentado está repercutiendo muy negativamente en nuestros bolsillos.
Comparándolo con el año pasado, el precio de los carburantes en España ha subido más de un 50%. Si bien es cierto que los precios ya estaban al alza, la guerra de Ucrania ha empeorado la situación provocando que el precio esté rondando los 2 euros el litro.
Ante esta situación, muchos han optado por buscar gasolineras “low cost”, donde el precio es más económico, aunque para muchos no son una opción fiable. Pero lo cierto es que, como asegura la OCU, toda la gasolina vendida en España cumple con unos estándares de calidad mínimos, establecidos por leyes europeas y nacionales. Asimismo, la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), realiza controles periódicos de los surtidores y el combustible de todas las gasolineras.
Y mientras llegan las medidas por parte del Gobierno para frenar la escalada de precios, no solo de la gasolina, desde Vivienda Saludable os traemos algunos consejos que contribuyen a conseguir una conducción más eficiente y a lograr un ahorro al llenar nuestro tanque del coche:
Planificar bien la ruta para llegar al destino de manera rápida y segura. Un trayecto planificado y ordenado nos ayudará a evitar los temidos atascos y desvíos que pueden acabar aumentando el gasto en combustible hasta en un 14%.
Buscar gasolineras donde el precio sea más barato dentro de nuestra ciudad, que podemos encontrar en el ordenador o en el móvil. Por ejemplo, hay un enlace oficial del Ministerio de Transición Ecológica – Geoportal, que es muy fiable y se actualiza cada cinco minutos.
Revisar la presión de los neumáticos de forma periódica, ya que unos que no la tengan según nos indique el fabricante puede hacer que el consumo aumente en más de un 10%.
Atención al peso del coche. Sacar lo que no necesitemos hará que el coche pese menos, por lo que también incidirá de forma positiva en el consumo. Asimismo, es recomendable quitar la baca del vehículo cuando no la vayamos a usar
No esperar a que salte la luz de reserva que indica que ya no queda combustible para ir a repostar. Y es que, cuanto más vacío está el tanque de gasolina, más fácil es que se evapore el combustible y antes se agote, por lo que ahorramos poco.
Conducir con una velocidad constante y evitando dar acelerones bruscos. Si se suelta el acelerador un poco antes de frenar casi se detiene el suministro de combustible, con lo que su consumo se reduce hasta en un 2%. Además, para alargar al máximo tu próximo repostaje, intenta optimizar al máximo el cambio de marchas.
Ojo al uso del aire acondicionado: ya que puede incrementar el gasto de combustible de un coche entre un 5 y un 20%, es decir, dos décimas de litro a los 100 kilómetros. En plena circulación, cuando el automóvil no supera los 80-90 km/h, la entrada de aire procedente del exterior no tiene un gran efecto, por lo que, cuando el trayecto es urbano, es más recomendable bajar las ventanillas antes que poner el aire acondicionado.
Procura apagar el motor en paradas prolongadas, y es que un coche en marcha con el motor al ralentí, en punto muerto y con el aire acondicionado apagado, consume 0,13 litros a los 100 kilómetros.
Según los expertos, adoptar estas medidas para hacer una conducción más responsable podría suponer un ahorro de hasta un 35% en nuestro consumo habitual, lo que se traducirá en un pequeño desahogo para nuestros bolsillos.