Si empezamos por abajo y vamos abriendo el espectro, nos daremos cuenta de que lo importante es ir poco a poco, dando pequeños pasos que iremos ampliando de forma paulatina. Es decir, para tener un consumo responsable es fundamental que empecemos nosotros mismos, cuanto antes, a llevar una dieta saludable y sostenible. ¿Y esto cómo se consigue? Lo vemos a continuación.
Cómo conseguir una dieta sostenible
Nuestro querido planeta Tierra no puede seguir a este ritmo. Si continuamos comiendo de la misma manera, en el año 2050 no tendremos suficientes recursos para alimentarnos con tres planetas como el nuestro. Así pues, te animamos a apuntar las siguientes recomendaciones, porque son la clave para ser respetuosos con el entorno que nos rodea y producir el menor impacto ambiental posible en lo que a nuestra alimentación se refiere.
Sigue la dieta mediterránea
La dieta mediterránea es sinónimo de salud. Frutas, verduras, pescados, cereales, semillas, frutos secos... Si aumentamos su consumo estaremos ayudando al planeta, porque estos productos no tienen tanto impacto en el medio ambiente como las carnes o los procesados y, además, son más saludables.
¡No al plástico!
¿Has visto las islas de plásticos que vagan por nuestros océanos? Porque, en realidad, ¿qué necesidad hay de comprar frutas peladas y envasadas? Es mucho más recomendable acudir a la compra con nuestra bolsa reciclada e introducir en ella las piezas sueltas de fruta. Es solo un ejemplo, pues es evidente que los supermercados están llenos de plásticos que son completamente superfluos. Si puedes, elige siempre embalajes verdes, como cartones fabricados con papel reciclado. Además, te animamos a que reutilices los envases con otros fines, porque con tu imaginación -y con la ayuda de plataformas como Pinterest-, seguro que puedes encontrar infinidad de ideas sencillas y útiles para aprovechar los cartones y plásticos que te sobran después de hacer la compra.Evita los alimentos procesados
En relación a lo anterior... seguro que estás de acuerdo con nosotros si te decimos que los productos procesados abusan en sus envases de materiales como el plástico o el aluminio. Y no solo eso, en general cuentan con grandes cantidades de azúcares y grasas saturadas, que no son muy recomendables si queremos llevar una dieta sana. ¿Has oído alguna vez a un nutricionista o a un pediatra aconsejar que consumamos estos productos?
Compra productos ecológicos, de temporada y locales
No siempre es posible, lo sabemos, pero cuando vayas a comprar acuérdate de que los alimentos de temporada, cercanía y de origen orgánico o ecológico, minimizan el daño medioambiental porque para llegar hasta tu cocina no necesitan de grandes viajes en medios de transporte como el avión o el barco, ni ser almacenados en frío durante largas temporadas. Si todos tratamos de evitar estos desplazamientos, evidentemente, estaremos dando un respiro para el planeta. Además, piensa que los alimentos ecológicos y locales siempre va a contar con mejores propiedades nutritivas, aromas y sabores.
Organízate
En el mundo occidental tiramos millones de kilogramos de comida al día. ¡Esto no puede ser! Si te organizas bien y planificas tus menús semanales, podrás llevar una dieta más sana, ahorrar dinero en compras innecesarias y, además, no desperdiciarás tantos alimentos. Así pues te aconsejamos que dediques unos minutos semanales a pensar en las comidas que vas a hacer y qué necesitas comprar, pues el gasto en la cesta de la compra puede variar significativamente a la baja si tienes esto en cuenta.
Recuerda que una dieta sostenible es respetuosa con el medio ambiente. Además es nutritiva, saludable y ha de estar al alcance de todo el mundo. Si todos hiciésemos cambios hacía este tipo de dieta, la salud de la población mejoraría y también la de nuestro medio ambiente. ¡Volvemos muy pronto con más consejos en Vivienda Saludable!